VMware ha denunciado a Rajiv Ramaswami, su antiguo director de operaciones (COO) y ahora CEO de Nutanix, firma de la competencia. ¿El motivo? Alega la acusación que Ramaswami tiene conocimientos de los planes internos clave para el desarrollo de la empresa en la que trabajaba hasta hace unas semanas.
La acusación también incluye que el directivo debería haber informado en VMware que estaba siendo entrevistado para trabajar en una compañía rival. La demanda impuesta habla de incumplimiento de contrato.
La compañía explicó que "Rajiv Ramaswami no cumplió con sus obligaciones fiduciarias y contractuales con VMware” y es que durante al menos dos meses antes de renunciar a la empresa, mientras trabajaba con los altos directivos para dar forma a la visión y dirección estratégica clave de VMware, también se reunía en secreto con al menos el CEO, el CFO y se cree que con todo el Consejo de Administración de Nutanix para convertirse en su director general.
Por su parte, Nutanix ha respondido que "la demanda de VMware busca hacer que las entrevistas para un nuevo trabajo sean injustas". Esta empresa ha publicado que la demanda de VMware es una respuesta a la pérdida de un miembro muy valorado y que Nutanix y Ramaswami cooperaron con VMware durante toda la transición.
Ahora bien, ¿hasta qué punto estas demandas suelen ganar? De acuerdo con las palabras de Holger Mueller, analista en Constellation Research, a TechCruch, no hay muchas posibilidades en que la denuncia tenga éxito. Dice que ha pasado mucho tiempo desde la última demanda que él recuerde en Silicon Valley y que involucre a una empresa denunciado a un ejecutivo o trabajador por irse a las filas de una compañía de la competencia.
En California, como recuerda la firma WorkLawyers, la gran mayoría de trabajadores son considerados “at-will”, lo que se puede traducir como "a voluntad". Eso, por regulación, quiere decir que en este estado un trabajador puede dejar su puesto y empresa cuando quiera sin tener que alegar algún motivo para ello. La parte de la demanda que sí podría conseguir algo, según el analista, es por ruptura de confidencialidad.
Ramaswami no es el único: otros directivos que se mudaron de empresa o crearon otra nueva con su especialidad
Aunque para VMware la marcha de su antiguo COO a Nutanix sea motivo de demanda, lo cierto es que Ramaswami no ha sido el primero en poner toda su expertía a sus espaldas y mudarse de marca. Hay directivos que se pasan a una empresa de la competencia y luego están los que deciden emprender su propia idea.
Así, por ejemplo, Lazslo Bock que durante muchos años lideró el departamento de personal de Google, tiene ahora su propia empresa, de nombre Humu que es una startuo dedicada a ofrecer herramientas tecnológicas para el bienestar de los trabajadores en diferentes industrias. Bock también escribió un libro muy popular, "Work Rules!" desvelando trucos de sus años en Google para mejorar el ambiente de trabajo y la gestión de los equipos.
Otro ejemplo representativo es Thomas Siebel. Durante 6 años, entre 1984 y 1990 lideró diversos puestos ejecutivos en Oracle hasta que dejó la empresa. Fundó la suya propia en 1993, Siebel Systems, que fue comprada más adelante por la misma Oracle, atraída por su software CRM o gestión de las relaciones con los clientes. Esta venta tuvo lugar en 2006 y tres años después, el mismo Siebel fundó otra marca, C3.ai. Esta firma se unió el pasado mes de octubre a Microsoft y Adobe para unir sus fuerzas y “reinventar” el negocio del software de gestión de clientes para competir mejor con Salesforce.
En España tenemos el ejemplo de Alberto Ruano. Fue director general de Toshiba (empresa en la que entró a trabajar en el año 2000), desde 2006 hasta abril de 2013. Ese mismo año, en julio, pasó a liderar la división de empresas para España y Portugal de Lenovo. Ahora es el director para Iberia de Lenovo. En agosto de 2020, Toshiba abandonó definitivamente la fabricación de portátiles vendiendo toda su propiedad restante a Sharp. Pero antes de esto, Lenovo y Toshiba ern competidoras directas del mismo mercado.
En este año, en el mes de enero, está el caso de Apple que demandó a un ex empleado que arrancó unnegocio rival de la marca. Aunque la ley de California favorece la movilidad de los empleados y limita el uso de los acuerdos de no competencia, en este caso el trabajador usaba sus horas de oficina en Apple para trabajar en su propio negocio. Y eso no está permitido: los trabajadores no pueden utilizar el tiempo y los recursos de la empresa de este modo.
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