La realidad virtual está llamada a ser una de las tecnologías que nos acompañen en los próximos años. La guerra entre compañías es feroz y todos quieren liderar el segmento. Pero, ¿para qué la queremos realmente? ¿Dónde nos puede ser más útil?
Si se trata de sexo o videojuegos, bienvenida sea la realidad virtual. Pero cuando hablamos de viajar no todo el mundo está de acuerdo en que es una buena idea. Pues lo es. Y aquí estoy yo para defender que hay viajes y aspectos relacionados en los que una buena realidad virtual puede ser una ventaja. Y nada caro si no quieres. La opción de unas Gear VR de Samsung es asegurarse calidad, pero te bastaría con unos pocos euros para hacerte con unas gafas de realidad virtual de cartón. Manta y carretera.
¿Y si el sitio que quieres visitar luego resulta ser un bluff?
Internet nos ha brindado una herramienta inmensa para preparar y disfrutar de nuestro viaje. Desde la documentación a la lectura de consejos pasando por la compra de billetes, alojamiento o servirnos de ayuda ya en destino. Pues a partir de ahora incorpora la realidad virtual en tu primer paso para hacer un viaje.
Posibilidades vas a tener dentro de poco. Ya hay numerosas empresas de turismo y hoteles invirtiendo en la realidad virtual con ayuda de gafas como Oculus Rift. Uno de los casos que ya se ha hecho realidad es "The Wild Within VR Experience", disponible para ver/usar con las Oculus y creado por la agencia de viajes Destination British Columbia.
El objetivo de esta experiencia virtual es ofrecer al consumidor meterse en la aventura que quiere contratar con antelación. Esto es solo el principio, porque la agencia está lista para producir más experiencias de otros destinos de su agenda. Y no creas que se trata de un capricho o algo superficial porque cada proyecto de este tipo, como te contamos con detalle, lleva un trabajo importante detrás, tanto económico como de equipamiento y personal.
Los hoteles son otros de los sectores asociados a los viajes y el turismo que están invirtiendo en realidad virtual. El operador Destinology tiene guías virtuales de 40 de sus hoteles y otras cadenas como Best Western están invirtiendo dinero (por ahora 2 millones de dólares) para tener imágenes y experiencias envolventes y virtuales con las que el futuro cliente pueda conocer con todo lujo de detalles, como si estuviera ahí, instalaciones y alrededores de sus lugares vacacionales.
En España ya disponemos de un servicio creado por Destinia y en el que podemos conocer La Rioja de forma virtual, sin movernos de casa y como un paso previo a la planificación y contratación del viaje.
Y si esa experiencia previa conociendo el hotel y los alrededores de donde vamos a ir de viaje nos ha dejado ya satisfechos, pues a otra cosa. Siempre podrás contar a tus amigos y familiares detalles del hotel en el que supuestamente habrás estado y nadie podrá darse cuenta de que en realidad estabas en casa, con cerveza en la mano y las persianas bajadas para no levantar sospechas.
Ir a un hotel para viajar a otro lugar: sigue así Marriott
Sí, es un punto de partida algo confuso, pero la idea de la cadena Marriott se merecía una presentación como esta. El súmmum de los viajes virtuales si te pidieran consejo, ¿cuál dirías que es? Yo lo tengo claro, compro la idea de Marriott.
Esta cadena de hoteles presentó a finales del año pasado su Teleporter, una idea genial, absolutamente fantástica, un sueño ... ¿paro ya? Bueno, pero no me digáis que irte a un hotel de lujo y desde allí poder "viajar" de forma virtual a una playa y sentir hasta la brisa, sin moverte de tu habitación. no es absolutamente asombroso.
El Teleporter te traslada a un escenario virtual, que arranca en el propio hotel, desde el que puedes ir desplazándote hasta una playa de Hawaii o la cosmopolita Londres, con solo mover tu cabeza y cuerpo 360 grados estando en la misma posición. Y hasta con agua o viento para recrear mejor la sensación de estar realmente allí.
La mala noticia es que esta idea de Marriott no es más que una campaña, muy currada, eso sí, para promocionar sus hoteles. Lástima, yo ya me veía en mi hotel de lujo metiéndome en una cabina para bajar un rato a la playa.
Ahorrándome la cola en el Top of the Rock
En Youvisit tienen un buen arsenal de destinos que podemos visitar de forma virtual con el ratón de nuestro ordenador o mucho mejor, con unas gafas de realidad virtual. Nos trasladamos en unos minutos al Machu Pichu, una playa de Brasil o la mismísima Nueva York. Una vez allí escogemos el lugar que queremos visitar de firma virtual, nos ponemos las gafas y listo.
Nos vale por ejemplo para subir al Top of The Rock y ahorrarnos las colas. Sí, es cierto que por ahora la experiencia es bastante descafeinada, pero no subestimes a la tecnología.
De entrada podríamos no tener que viajar de forma virtual por un escenario real pero estático o grabado con anterioridad. Ya hay tecnologías en desarrollo para poder trasladarnos virtualmente a cualquier lugar en vivo y en directo, con apenas unos milisegundos de retardo.
DORA es uno de esos proyectos. Se trata de un robot de telepresencia que son nuestros ojos, piernas y quién sabe si sentidos al completo en otro lugar. A miles de kilómetros de distancia si hace falta.
Aquí ya sabes que no será por tecnología: ¿realidad virtual en entornos con agua? Pues nos sumergimos en una piscina con un casco y de forma segura y asequible nos trasladamos a una sesión de buceo en el entorno más exclusivo.
La cultura ya no es tortura
No comparto la frase de esta sección pero tengo conocidos que sí. Para ellos va destinado especialmente un uso ya bastante avanzado de la realidad virtual en viajes: las visitas a los museos.
Si no has podido evitar que te convenzan de que en la agenda del viaje de tus sueños, donde tenías marcada la visita a unas cuantas tiendas y restaurantes, queden reflejados varios recorridos por museos, al menos presenta oposición gracias a la realidad virtual.
El Museo de Historia Natural de Washington tiene un recorrido virtual impresionante, casi como estar allí moviéndote por sus pasillos. Si te dicen de ir a verlo, plantea alternativa: una hamaca, un cóctel y un casco de realidad virtual con el que empaparnos de cultura cómodamente.
Ya tomándonoslo un poco más serio, otros museos están realizando proyectos bastante interesantes para poder visitarlos de forma virtual. Un caso reciente es el del Rijksmuseum, que tiene una demo muy conseguida para disfrutar con realidad virtual a través de las gafas Oculus de algunas de sus mejores salas o incluso el "Museo del Arte Robado", que recrea un museo donde poder ver las obras que no existen ya de forma física en ningún otro museo.
Visitar un sitio virtual, el colmo de los viajes virtuales
Si todavía no te he convencido de que no digas no a la realidad virtual, esto es definitivo: visitar mediante realidad virtual un lugar que es virtual. Bueno, lo he dicho de un tirón, sin trabarme y no se ha acabado el mundo.
Las posibilidades de la realidad virtual para conocer y movernos por lugares ficticios de forma sencilla y potente son amplias. Y el límite lo ponen los desarrolladores. Como muestra, dos ejemplos: conocer la casa de Padre de Familia o pasearse por un castillo, pero no uno cualquiera sino el de Mario64. Awesome.
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