Cada año parece haber una tendencia claramente protagonista en el CES, y este año esa tendencia parece clara: los asistentes de voz parecen querer estar en todas partes.
Tanto Google Assistant como Alexa se han dejado ver en todo tipo de dispositivos, y el planteamiento es singular: la voz quiere convertirse en la interfaz de usuario de productos de todo tipo, tanto en nuevos como en antiguos formatos. Primero, eso sí, debe dejar de darnos vergüenza hablar con nuestros productos.
Amazon da un paso al frente
El anuncio de ayer de Amazon era la primera señal evidente de esa ambición por convertir la voz en protagonista de nuestra interacción con nuestros dispositivos.
Los altavoces inteligentes de esta empresa llevan tiempo apuntando a ese objetivo, pero en Amazon han decidido ampliar todo lo posible el espectro de dispositivos con soporte para Alexa. Este asistente quiere más que nunca convertirse en el sistema operativo cotidiano.
En este CES hemos visto por ejemplo la llegada de Alexa a equipos de Acer, ASUS, HP y Lenovo basados en Windows 10. La noticia es sorprendente porque Microsoft lleva tiempo impulsando su propio asistente, Cortana, tanto en Window 10 e incluso en móviles Android e iOS, y Alexa plantea una alternativa interesante a los usuarios de esos ordenadores.
De hecho, la teórica alianza entre Microsoft y Amazon en materia de asistentes de voz parecía estupenda sobre el papel, pero ni la ejecución ni el resultado parecen haber satisfecho a estos fabricantes o a los usuarios. ¿La solución? Que cada uno vaya por su lado, y aquí Amazon ha dado un paso definitivo con el anuncio de ayer.
No solo eso: la integración de Alexa en más y más dispositivos sigue una línea que Amazon ya inició en el CES del año pasado, cuando su alianza con varios fabricantes planteaba a este asistente de voz como una especie de "Android de los asistentes de voz".
Google también acelera con Assistant
Google, tradicional ausente del CES, ha hecho su aparición con un solo protagonista: su asistente de voz. El anuncio de un nuevo formato de dispositivos bautizados como Smart Displays ha demostrado la ambición de esta empresa en este ámbito.
La intención, claro, es la de hacer frente a un Alexa que cada vez es más popular entre los fabricantes. Google ha movido ficha con un asistente que es de los más avanzados gracias a los recursos de la empresa y su experiencia en búsquedas e inteligencia artificial, y Google Assistant quiere salir del móvil para ir mucho más allá.
De hecho estas pantallas conectadas que se inspiran en los Amazon Echo Show destacan también por plantear una interfaz de usuario en la que la voz es protagonista absoluta.
El control ni siquiera es táctil ya, y serán nuestras órdenes de voz y esa inteligencia contextual (preguntar "¿Cuál es mi primera cita del día?" para luego preguntar "¿dónde?" sin añadir a qué nos referimos) la que pasará al primer plano.
¿Puede la voz sustituir al ratón, al teclado e incluso a lo táctil?
En este CES hemos empezado a ver cómo Alexa y Google Assistant llegaban a todo tipo de productos: desde neveras o lavadoras a estas pantallas inteligentes, pasansdo por auriculares o televisores.
La interacción de Google Assistant o Amazon Alexa no es nueva, la ambición tampoco, pero parece que tanto una como otra parecen convencidas de que es posible hacer todo lo que necesitamos en esos productos con la voz. Ni siquiera, como decíamos, con una interfaz táctil que nos ha conquistado en móviles y tabletas.
Es cierto que el control de ciertos productos más limitados (las opciones que da una lavadora son las que son) puede desde luego sustituirse con comandos de voz, pero como siempre ocurre, aquí la cuestión no es solo si la voz puede sustituir a lo táctil (o a los botones y ruedas de la lavadora de toda la vida). La cuestión es si debe hacerlo, o incluso si eso es realmente útil.
¿Realmente es tan malo tener que pulsar un botón para iniciar la lavadora, o girar una rueda para establecer el programa? Seguramente no, y eso plantea la pregunta evidente: ¿están Google y Amazon integrando sus asistentes en lavadoras por resolver un problema real, o por poder decir que los asistentes también están en ellas, sin más? ¿Es esto una moda de la que la gente se acaba cansando? ¿Qué pasa con la privacidad?
Quizás quien suscribe estas palabras esté algo "chapado a la antigua", pero no acabo de ver las ventajas que tiene querer plantear la voz como sustituto de todo. Bien como lo que es ahora, una alternativa —afortunadamente esas lavadoras siguen manteniendo los botones o, al menos, controles táctiles—, pero quizás no tan bien si lo que quieren Google y Amazon es sustituir una alternativa que al menos en estos dispositivos no planteaba ningún problema. Pero claro, hay que vender más lavadoras.
En Xataka | Alexa conquista el CES: ¿ha logrado Amazon convertirlo en el "Android de los asistentes de voz"?
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