Imaginamos que por la cabeza de Adam Whiton tuvo que pasar alguna experiencia traumática con cremalleras en su infancia porque el punto de partida de su trabajo en el MIT es cuanto menos extraño: una cremallera que se cierra y abre sola pero que en realidad es un robot.
Zipperbot, que es como ha llamado a su tesis, es un pequeño robot capaz de subir y bajar una cremallera con total fiabilidad, sea cual sea la trayectoria que ha de seguir. Según su creador, el objetivo de este trabajo es acercar más la robótica a facetas diarias en las que no habíamos pensado todavía que un robot pudiera servir de ayuda por lo integradas que tenemos esas rutinas en nuestro día a día.
Ayudarnos a vestir con ropa compleja gracias a este tipo de robot es la idea inicial que planeta Whiton. ¿Hasta dónde podrá llegar?
Más información | Personal Robots.
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