En Corea del Sur, en uno de los países más avanzados tecnológicamente del mundo, ha aparecido un problema cada vez más creciente: las grabaciones en público sin consentimiento. En los últimos meses, miles de personas (especialmente mujeres) han protestando en contra de este tipo de actuaciones que directamente violan su intimidad. La policía, en un intento de reducir semejante problema, está pidiendo a los ciudadanos que pongan una pegatina en la cámara de sus teléfonos.
La policía provincial de la región de Gyeonggi Bukbu en Corea del Sur, ha creado alrededor de 50.000 pegatinas que está distribuyendo de forma gratuita entre los ciudadanos. Se trata de una pegatina para el smartphone que sirve para tapar la cámara trasera y es una respuesta a la creciente preocupación de la sociedad. Las pegatinas son parte de la campaña iniciada en el país bajo el nombre de 'Ilegal Filming OFF', según indica el medio local Korea Herald.
¿Cuál es la idea de esto? Tranquilizar y dar a entender a los de tu entorno que no les estás grabando ilícitamente. Los responsables ponen como ejemplo a un ciudadano con problemas visuales que siempre necesita usar el teléfono a la altura de los ojos. De este modo, en espacios públicos puede dar a entender que está grabando o tomando una fotografía. Con la pegatina se soluciona directamente este problema.
La campaña ha recibido el apoyo no sólo de numerosos ciudadanos, sino también de varias celebridades, que han posado con las pegatinas en sus teléfonos como acto de protesta. Pero a pesar de las buenas intenciones que pueda tener esta idea, no se ha librado de reacciones negativas. Muchas personas consideran que es una reacción exagerada y que no es una solución real al problema.
Cámaras espía en todo tipo de espacios públicos
Si bien tapar la cámara del smartphone puede suponer un aumento de la concienciación por parte de la sociedad, también puede desviar la atención del problema real. Y es que la mayoría de vídeos espía que se graban se hacen con cámaras ocultas en espacios públicos y no mediante el smartphone. En autobuses, en taxis, en baños públicos, en supermercados...
Nowadays, Korean women wear masks to cover their faces and look around for holes even when going public restrooms. #Spycams are hidden in wall, and even INSIDE toilet. These crimes are rampant, also committed at public baths, gyms, swimming pools and lodging facilities. #혜화시위 pic.twitter.com/ksShOA6TLw
— Raphael Rashid (@koryodynasty) June 9, 2018
Tal es el problema que en agosto de este año el gobierno surcoreano anunció que ahora los servicios públicos deben contar con personal encargado de revisar los espacios y limpiarlos de cámaras espía. De hecho, los centros que no cuenten con este tipo de personal serán multados.
Lo que sí que no puede controlar las autoridades es a los transeúntes, todo lo que hagan con sus teléfonos es privado y decisión personal. De ahí que hayan optado por unas pegatinas para que los ciudadanos, voluntariamente, tapen sus cámaras.
Un problema que no se soluciona con pegatinas
Como están indicando muchas organizaciones de Corea del Sur, el problema real residen en las pocas medidas que toma el gobierno. Por ejemplo el gobierno no procesa a las personas que graban y comparten este tipo de vídeos de forma no consensuada.
¿Llegará un punto en el que todos los ciudadanos de Corea del Sur deban llevar la cámara del móvil tapada? Posiblemente no, pero a día de hoy es la solución más efectiva ante un problema que ha sido facilitado por la tecnología.
Vía | Korea Herald
Imagen | Unsplash
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