La nueva temporada de 'Futurama' no es una obra maestra, pero sí un cómodo colchón en el que es un gusto recostarse

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No creo que nadie esperara que 'Futurama' se convirtiera, en su regreso, en una pieza esencial de la animación televisiva. No solo ese espacio lo ocupan, como debe ser, series mucho más arriesgadas de animación televisiva (y Disney+ y HBO Max tienen una buena cantidad de ellas), sino que 'Futurama' es un icono, un clásico. Y está bien que se limite a hacer lo que ya sabe hacer estupendamente.

La nueva temporada de la serie de ciencia ficción producida por Matt Groening carece del filo de sus mejores momentos, pero eso no la convierte en un desastre comparable a las temporadas menos lucidas de 'Padre de familia' o 'Los Simpson', por decir un par de series abanderadas de la facción animada de Fox. 'Futurama', en su undécimo año, no sorprende, pero es un agradable encuentro con personajes, situaciones y un estilo de humor con el que estamos bien familiarizados.

Y lo más importante es que sigue funcionando, porque continúa empleando los códigos de la ciencia ficción para llevar el humor al extremo, caricaturizando comportamientos y extremando actitudes que son muy reconocibles. En el primer episodio de esta undécima temporada el recurso funciona especialmente bien, con una sátira del streaming y de la costumbre del binge-watching que es llevado al once gracias a los inventos de Fansworth y a la estupidez congénita de Fry.

Esta nueva temporada parece algo más atenta a la actualidad, pero por suerte no se centra en ello. Futurama nunca ha querido ser 'Black Mirror' (de hecho, hay un excelente puyazo a la serie de Netflix, donde, en la mejor tradición de 'Futurama', la deja KO con tres frases demoledoras y bien encauzadas), sino simplemente usar la ciencia ficción como vehículo para una sátira amable, sin hacer sangre. Y en ese sentido sigue funcionando, aunque en muchos casos, como la parodia de Alexa, la referencia real estorbe más que otra cosa.

A todo futuro

La temporada 11 de 'Futurama' no se corta a la hora de introducir referencias para fans de la ciencia ficción. En los primeros episodios que hemos podido ver, por ejemplo, 'Dune' es víctima de la mala leche de la serie. No siempre están bien encauzados, pero como producto confortable y poco desafiante no hay pegas que ponerle. Demonios, hasta estéticamente la serie se ha negado a evolucionar lo más mínimo, una tentación de la que no ha podido escapar ni un programa tan anquilosado como 'Los Simpson'.

Quizás también falta algo más de entrar en los personajes. Es cierto que después de todos estos años, Fry, Leela, Hermes, Bender, Kif o Zapp, por decir unos pocos de todos los que vuelven (que son, bueno, prácticamente todos) carecen de esa capacidad para la sorpresa y esa hondura de la vieja 'Futurama'. Si Bender se convirtió en un icono prácticamente desde el primer episodio de la primera temporada de 'Futurama' es por razones que en estos episodios no parece que vayamos a recuperar.

Pero si de algo sirve 'Futurama', y en ese punto sí que tenemos algo que celebrar, es en que forma parte de la apuesta decidida de Disney, a travñés de Hulu, por la animación para adultos con un sello llamado Animayhem. Hulu confirmó que series como 'Padre de familia' o 'Bob's Burgers' están entre lo más visto de la plataforma, y de ahí esta apuesta por la animación, de la que 'Futurama' puede ser una buena avanzadilla. Solo por eso, ya vale la pena dedicarle atención.

Cabecera: Disney

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