Nokia N1, probamos (con vídeo) la Nokia que ha dejado Microsoft

Nokia N1, probamos (con vídeo) la Nokia que ha dejado Microsoft
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Muchos recordamos a Nokia con cariño. En algún momento de nuestra vida hemos tenido un teléfono de los finlandeses y poco a poco, con su acercamiento y posterior unión a Microsoft, todo eso ha ido desapareciendo. Una fractura, dos empresas. Nokia, Microsoft Mobile Devices. Una fractura en el corazón de algunos de nosotros porque lo que queda de Nokia ya no es la empresa que conocimos.

A raíz de la adquisición, Nokia se quedó con la marca y poco más. En el Mobile World Congress han estado, y con un stand bastante grande todo sea dicho, pero lo siento. No la reconozco, allí pude probar el Nokia N1, un tablet que lanzaron hace tiempo y que en Barcelona se ha dejado ver. Esta es la Nokia que nos queda y no me ha terminado de convencer.

Mucha Foxconn, poca Nokia

A estas alturas el N1 no necesita ninguna presentación. Un tablet de 7,9 pulgadas con un diseño descaradamente parecido al del iPad Mini de Apple. No es, de verdad, una obsesión mía y es que solo hay que ver la página de producto para ver que cualquier coincidencia no es mera casualidad.

Lo cojo y la sensación que me da es la misma que cuando tengo un tablet genérico de un fabricante pequeño. “Diseño industrial” me dice uno de los representantes de la marca pero los parecidos con el modelo de Apple son inevitables. Mismo concepto, proporciones idénticas pero acabados algo más gruesos. La sensación que da es la de ser un producto mediocre, que no aporta nada.

Nokia N1 4

Es cierto que no es justo juzgar a un libro por su portada ni tampoco a un tablet por su diseño. Por especificaciones es un dispositivo muy competente: pantalla con una resolución más allá del Full HD, procesador Intel de 64 bits… No hay dudas de que en este aspecto cumple muy bien y además viene con USB 3.1 reversible.

Potencia no le falta y no hay dudas de que da la talla, faltaría más. Fluido, abre todo sin mayores problemas y la elección por un Android 5.0 Lollipop sin modificaciones de ningún tipo es todo un acierto. Lo único que tenemos personalizado es el launcher, aplicaciones en portada según el momento del día y un curioso buscador donde podemos trazar con el dedo las letras para no usar el teclado, curioso, pero muy lento.

Las sensaciones que transmite son raras. Si bien es cierto que es un dispositivo a tener en cuenta y por extensión interesante, carece de personalidad alguna. Usurpa las líneas de otro producto y las copia sin más. No me transmite nada. Funciona, sí, pero como él otros muchos dispositivos genéricos que pasan sin pena ni gloria.

Es bueno pero no tiene identidad, algunas compañías y marcas se lo pueden permitir pero cuando es Nokia, la mítica Nokia, duele ver un tablet tan efectivo como gris. Probablemente no llegue y es que cuando preguntamos al personal sobre su llegada a Europa esquivan nuestra pregunta.

Alegan que el problema está en la capacidad de producción de su principal socio: Foxconn. Quizás sea verdad o, simplemente, es el miedo al que el departamento legal de Apple tome cartas en el asunto. Nokia vuelve a nacer como marca, tras ser desmembrada por parte de Microsoft, pero si quiere volver a ser relevante, el camino no es copiar sin rubor alguno el trabajo de otras compañías.

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