Circuitos integrados

El control que China está ejerciendo sobre las tierras raras ya está dando resultado. Pero solo es bueno para la propia China.

El primer paso lo dio TSMC en mayo de 2020. Sus portavoces anunciaron que iban a invertir 12.000 millones de dólares en una nueva planta de semiconductores de vanguardia que estaría alojada en Phoenix (Arizona).

La arquitectura RISC-V interpreta un papel central en la estrategia de China.

Durante los siete primeros meses de 2024 los fabricantes chinos de semiconductores importaron casi 26.000 millones de dólares en equipos para producir circuitos integrados.

China está logrando avances impresionantes, pero su progreso hasta ahora se ha limitado a algunas áreas del desarrollo y la fabricación de circuitos integrados.

Los chips son fundamentales para el sostenimiento de la economía de Taiwán. Y es evidente que TSMC es su joya de la corona en esta industria.

El panorama que se le presenta a TSMC a corto plazo es muy diferente del que va a abordar Intel.

Las subvenciones son solo una de las herramientas utilizadas por la Administración de Pekín para reforzar sus empresas de la industria de los semiconductores.

Los transistores son la piedra angular sobre la que se yergue la industria de los semiconductores.

Alemania está decidida a afianzarse como el bastión europeo de la fabricación de semiconductores.

TSMC no da abasto. Bendito problema.

Actualmente el equipo de litografía de ultravioleta extremo (UVE) y alta apertura (High-NA) de ASML no tiene competencia. Es la máquina de fabricación de circuitos integrados más avanzada del planeta.