Investigación y desarrollo

Según los investigadores que han creado estos robots que "sudan", la mejor manera de conocer bien nuestra anatomía es imitarla. Y lo han plasmado en unos androides capaces de hacer ejercicio físico.

Son cuerpos capaces de quedarse con todo, incluso con la luz, pero nos habíamos pasado con las estimaciones sobre su campo magnético. Ahora los conocemos mejor y servirá para ampliar conocimientos en varias áreas.

La atmósfera de este planeta ha resultado tener una composición inesperada e inusual. Tanto que plantea otras vías de estudio y queda como uno de los planetas con el ambiente más hostil que conocemos, sin una gota de agua.

Sí, hay científicos que se plantean llevar compuestos básicos de la vida terrestre a planetas potencialmente habitables con nanonaves impulsadas con láser. Eso sí, tras estudiarlos mejor.

No tienen ni pistones ni bujías, pero estos motores han podido llegar a los enfermos estómagos de ratones vivos y reducir la carga bacteriana de una manera más eficaz e inocua que un método tradicional, según los investigadores.

Tras décadas de investigación espacial y de lanzar cientos de satélites y naves al exterior, el planeta ha quedado rodeado de más de 300.000 restos y su limpieza es un tremendo reto que aún no hemos sabido atajar.

Un invento que podría mejorar mucho las intervenciones de urgencia y reducir las complicaciones en heridas internas al ser una solución rápida y que el cuerpo reabsorbería.

Pese a ser estructuras enormes hasta ahora había sido difícil dar con estas particulares parejas espaciales. Pero un cambio en la técnica de detección ha sido clave en descubrir cinco de ellas y nos pueden dar valiosas pistas.

No tienen ruedas, pero tienen "piernas". No tienen navegador, pero llegan a su destino. Unos investigadores han logrado crear y programar nano-robots de ADN para que transporten sustancias a un punto determinado.

Este láser dispara 27.000 pulsos por segundo y también la esperanza de muchos equipos científicos, al poder recrear condiciones del interior de los planetas u observar como nunca reacciones químicas.

Desde hace un tiempo se estudia cómo puede ocurrir la formación de diamantes en ciertos puntos del espacio como Neptuno y Urano, y gracias a esta lluvia de diamantes en condiciones controladas pueden estar algo más cerca de saberlo.

¿Y si la mejor alternativa para estudiar fenómenos espaciales no son naves complejas, sino redes de mini-satélites? Éstos caben en la palma de tu mano (varios), son de bajo coste y ya están en fase de pruebas en el espacio.