Jeff Bezos justo está terminando los últimos detalles de su mudanza desde Seattle a su “doble mansión” en la exclusiva isla de Indian Creek, también conocida como Billionaire Bunker, por su seguridad y privacidad.
Más allá de empaquetar sus enseres para la mudanza, el millonario fundador de Amazon se ha encontrado con un problema mayor: donde amarrar su espectacular yate Koru, valorado en más de 500 millones de dólares.
Un velero de superlujo junto a un petrolero. El Koru es una impresionante goleta de 125 metros de eslora y 17,2 metros de manga (ancho) que lo convierten en el segundo velero más grande del mundo, con unos mástiles que superan los 70 metros de altura.
Semejante envergadura sobrepasa con creces la capacidad de cualquier puerto deportivo del mundo y se equipara a la de un pequeño crucero, por lo que Jeff Bezos ha tenido que afrontar algunos inconvenientes para amarrar el Koru cerca de su residencia en Miami. La solución que han encontrado las autoridades de Port Everglades en Florida, es amarrar el suntuoso yate de Jeff Bezos junto a los grandes petroleros y cargueros que hacen escala en ese puerto.
Una mansión para surcar los mares. El diseño del Koru está inspirado en las embarcaciones maoríes y, de hecho, su nombre significa ‘nuevo comienzo’ en la lengua de los indígenas polinesios.
Entre los lujos que encontrarán los 14 invitados que pueden alojarse a bordo, hay tres jacuzzis de grandes dimensiones en las distintas cubiertas recubiertas en madera natural, una gran piscina en popa y un beach club con acceso directo al mar en uno de los laterales. Como detalle peculiar, en el mascarón de proa luce la escultura de una sirena con un asombroso parecido a su actual pareja Lauren Sánchez.
El Koru, un velero con escolta. La goleta de Jeff Bezos es un barco de récords en todos los sentidos, y ha levantado polémicas incluso antes de salir del astillero donde lo fabricaron, donde casi tienen que desmontar un puente histórico para sacarlo a mar abierto. No solo por su descomunal tamaño para ser un barco de uso privado, sino por su equipamiento. El Koru nunca viaja solo. Junto a él navega su sombra: el ‘Abeona’, un no menos impresionante yate de 75 metros de eslora valorado en 75 millones de dólares.
Abeona es un barco de apoyo que cuenta con helipuerto y espacio suficiente para transportar y desplegar botes auxiliares, motos de agua, equipos de buceo e incluso minisubmarinos. Su capacidad es de hasta 40 personas a bordo, sirviendo como alojamiento adicional para el séquito del millonario y su prometida. Este segundo yate tampoco ha encontrado acomodo cerca de la residencia de Bezos y se encuentra amarrado en Dania Beach, a seis kilómetros del Koru.
Amarre XXL a precios acordes. Como ya descubrieron las autoridades de Europa y algunas islas del Caribe cuando confiscaron los yates de los oligarcas rusos, mantener un yate no sale nada barato. El Koru y su buque escolta no caben en los puertos deportivos de la zona, por más que estos están habilitados para alojar los superyates de los millonarios que se están mudando últimamente a Miami.
Eso hace que deban amarrar en puertos de carga y comerciales, cuyos precios son muy superiores. Según publica Ámbito, solo en el amarre del Koru, Jeff Bezos deberá pagar una cuota aproximada de 2.400 dólares al día, lo que supone unos 876.000 dólares anuales por los servicios mínimos de amarre en ese puerto. A esta cantidad debe sumarse otra muy cercana por el Abeona, debido a sus descomunales dimensiones. Por suerte para Jeff Bezos, su fortuna se estima en 170.200 millones de dólares.
En Xataka | Jeff Bezos es poderoso, pero no lo suficiente como para desmontar un puente en Rotterdam por su megayate
Imagen | Oceanco, Smithsonian
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