Se le está haciendo largo el camino a Terrafugia, una compañía que seguimos desde hace tiempo, y de la que esperamos algo más. Y es que no termina de materializar lo que llevan muchos años desarrollando e ideando: un coche volador. En este trayecto, otros les han adelantado por la derecha, tenemos un buen ejemplo en los chicos de AeroMobil.
Vale, crear un coche volador no es flor de un día, pero hemos visto muchos conceptos convertirse en prototipos funcionales, dejando atrás el olor a vaporware. Ese es el estado que nos hubiera gustado conocer en TF-X, el vehículo de Terrafugia, pero nos encontramos con una animación en la que podemos descubrir sus intenciones.
Sonaba bien en 2008, cuando nos dijeron que al vehículo le quedaban un par de años para ser real. La realidad es que reclamó la atención de muchos, y en este tiempo han podido recaudar dinero en campañas de financiación, y realizar bonito material promocional:
En esta ocasión se atreven a incluirle la especificación estrella en el mundo de los vehículos, que no es otra que el “modo autónomo”, al que debemos acompañar de un despegue vertical - dos hélices, motor eléctrico -, una velocidad de vuelo superior a las 200 millas por hora, y una autonomía de más de 800 kilómetros.
La competencia en Aeromobil le gana en autonomía, y pierde en versatilidad en el despegue, pero al margen de que todavía no se puede comprar, es algo real, no un concepto creado con inforgrafía. Además, también trabajan en otorgarle autonomía en sus operaciones.
Confiamos que Terrafugia, que no es una compañía que se dedique a los gráficos por ordenador, nos muestre pronto su coche volador, o algo tangible que nos permita tomarlos en serio. La idea prometía bastante.
Más información | Terrafugia
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