Los coches eléctricos ya están aquí listos para tomar las carreteras en los próximos años, ahora hace falta dar el siguiente paso. Y ya hay empresas que están apuntando alto. Literalmente. Una de las iniciativas más interesantes es la del proyecto de investigación HighVolt dirigido por el Instituto de Investigación Tecnológica Saint Exupery de Toulouse, Francia.
Se trata de un proyecto colaborativo en el que varias empresas se están uniendo para investigar los últimos avances tecnológicos con los que tratar de conseguir una transición del motor de combustión al eléctrico en el mundo aeronáutico. Y no son los únicos, porque también están naciendo nuevas empresas destinadas a crear avionetas eléctricas de corto recorrido, un primer paso necesario antes de ser más ambiciosos.
El primer beneficio obvio del desarrollo de los aviones eléctricos es el detener aviones menos contaminantes, pero también el de conseguir modelos que emitan menos ruido al despegar. Esto significaría poder acercar los aeropuertos a las ciudades y reducir costes y tiempos en los traslados y la duración final de los viajes.
Pero todavía quedan dos o tres décadas para que estemos ahí. De momento lo que tenemos son iniciativas como el proyecto HighVolt, que trabajan en la tecnología que harán esos aviones posibles, y algunas empresas que buscan ser el Tesla de los aviones y que ya están desarrollando los primeros prototipos de avionetas.
El proyecto HighVolt
"Las industrias aeronáutica, espacial, automotriz o ferroviaria cada vez utilizan más las últimas tecnologías eléctricas para sus sistemas embebidos, que les dan un mayor rendimiento y tienen menos impacto ambiental", podemos ver en la web oficial del proyecto. "Para el futuro, esto significa diseñar soluciones más competitivas y eficientes que las existentes principalmente en sistemas hidráulicos y neumáticos".
Por lo tanto, el objetivo de este iniciativa es el de desarrollar de forma conjunta los medios y tecnologías que ayuden las industrias aeronáutica, automóvil y ferroviaria en su transición a lo eléctrico. De esta manera, en el sector aeronáutico por ejemplo, esperan conseguir los avances necesarios para aumentar tensiones y potencias eléctricas para que los aviones puedan transicionar primero a tecnologías híbridas hasta conseguir al final modelos totalmente eléctricos.
Y estos avances pasan por reducir el peso, el tamaño y los costes de los sistemas eléctricos, algo que también está persiguiendo el sector automovilístico. También quieren controlar y mitigar los riesgos que puedan suponer estas tecnologías para conseguir que sean lo suficientemente robustas y fiables para que la industria apueste por ellos.
Hay que entender que este proyecto no es tanto para construir aviones como para investigar qué tecnologías se pueden utilizar en ellos. Por lo tanto, se trata de un primer paso para conseguir la tecnología necesaria, de manera que luego se puedan dar nuevos pasos hacia los primeros modelos de aviones.
De momento hay doce socios industriales, entre las que destacan Airbus, Alstom, Liebherr Aerospace, Safran, Zodiac Aerospace y la española AKKA Technologies que se unió esta misma semana. También hay socios académicos como el Laplace (Laboratorio de plasma y conversión de energía) o el LSEE (Laboratorio de Sistemas Electrotécnicos y Medio Ambiente). No se descarta que de aquí a que finalice este 2017 se unan algunos socios más, y el proyecto ya cuenta con un presupuesto de 10,6 millones de euros en 4 años.
Wright Electric, Airbus y otras iniciativas
Y mientras un elenco de empresas y universidades estudian la tecnología, empresas como Wright Electric o Airbus ya están trabajando en conceptos y prototipos. Podríamos considerar a esta primera como una especie de Tesla de la aviación, afincada en Massachusetts, y con la intención de empezar a presentar sus primeros modelos funcionales durante la próxima década.
El objetivo final de Wright Electric es el de conseguir fabricar aeronaves eléctricas de 150 pasajeros capaces de hacer trayectos superiores a 400 kilómetros. De conseguirlo y hacer que estas tengan buenas velocidades y tiempos de recarga, esperan que los aviones eléctricos consigan sustituir a la gran mayoría de aviones de queroseno, aunque para eso aún quedan varias décadas por delante.
De momento, Wright Electric ya ha conseguido financiación de importantes incubadoras como Y Combinator, y han confirmado que empresas como Easyjet ya están negociando con ellos e interesándose por sus avances.
La europea Airbus también está haciendo avances en este sector. Como ya os contamos, Siemens ha desarrolladojunto a Airbus un motor eléctrico para aviones que ya está consiguiendo velocidades de 340 kilómetros por hora. No es suficiente para los aviones comerciales, pero sí para empezar a experimentar con avionetas eléctricas.
Siemens ha dejado claro que este es sólo un proyecto de investigación para ellos y que no quieren llevarlo a producción, pero Airbus sí quiere crear un avión con capacidad de entre 70 y 100 pasajeros para 2030. Primero utiliza.
También tenemos otras empresas como Flight of the Century, la empresa responsable de la avioneta Long-ESA que ya es capaz de volar a 320 km/h con su motor eléctrico de 258 caballos de potencia. O a Sun Flyer Aerospace, que ha desarrollado una avioneta de dos plazas que quiere destinar a la instrucción de nuevos pilotos.
En la misma dirección fue hace un año la mismísima NASA cuando anunció su primer avión eléctrico. Se trata del X-57 'Maxwell', capaz de alcanzar una velocidad de hasta 282 km/h, y con un desarrollo que prometió una disminución en los costes operativos de hasta un 40%. En cualquier caso y como los otros modelos, también se trata únicamente de un primer paso.
Y por último, no podemos dejar de mencionar a uno de los culpables de que los vehículos eléctricos estén cada vez más presentes. Elon Musk ya dejó caer el año pasado que estaba tentado por la idea de entrar también en el sector de los aviones eléctricos. ¿Veremos algún día un Tesla volador?
De momento, a falta de aviones tendremos que conformarnos con drones para pasajeros. Y es que no tenemos que olvidarnos de que Dubai ya anunció la llegada de los drones-taxi eléctricos y capaces de transportar pasajeros a distancias de hasta a 50 kilómetros. También hay que recordar al Lilium Jet, otro taxi eléctrico volador con despegue vertical que en abril hizo su primer vuelo.
Estamos sólo al principio
Con todo esto, podemos decir que los aviones eléctricos ya están en camino, pero todavía en un estado embrionario y a dos o tres décadas todavía de poder convertirse en una alternativa fiable. Los primeros pasos como hemos visto están siendo los de desarrollar las tecnologías que serán necesarias para impulsarlos y crear los primeros prototipos de avionetas.
Cuando estas avionetas empiecen a tener modelos finales y fiables, el próximo paso lógico será el de empezar a crear jets privados. Una vez estos estén listos llegará el turno de aviones de corta distancia que no necesiten grandes autonomías, y sólo cuando estos demuestren ser fiables y haya baterías lo suficientemente potentes y económicas se empezará a dar el paso final.
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