No es infrecuente que un videojuego que llegó al mercado hace años y pasó más o menos desapercibido reciba, tiempo después, un impulso repentino en su popularidad. Las razones van desde lo completamente arbitrario al hecho de que la base de jugadores de algunos títulos se va cociendo a fuego lento, y solo necesitan una chispa para estallar. Un meme, una reseña de un youtuber de éxito o un elogio de un famoso ajeno al medio pueden ser estas chispas. Es lo que sucedió hace alrededor de un año, por ejemplo, con 'Among Us', cuyo lanzamiento original data de 2018.
Pero también, simplemente, podemos tener un efecto bola de nieve en el que se dan cita un montón de internautas más o menos desocupados, aficionados a sabotear desde dentro los casi nunca fiables sistemas de puntuación de los juegos, y encumbran un título muy modesto por trolear o por una especie de deseo de "justicia poética" con las producciones más humildes (a menudo, ambas cosas a la vez). En este caso, además, sucede que 'Cookie Clicker' es ridículamente adictivo, así que entre toda la gente que ha subido el juego a lo más alto de las listas de Steam habrá una buena cantidad de jugadores genuinamente enganchados.
Es así como 'Cookie Clicker' se ha convertido en un éxito absoluto en Steam que crece sin freno. Lo curioso del tema es que la anterior versión del título era gratuita, se podía jugar en cualquier navegador. El hecho de que este éxito renovado en Steam se produzca con su versión de pago no tiene demasiada lógica, pero así ha sido: con su lanzamiento hace una semana, 'Cookie Clicker' se puso en el Top 50 de la plataforma.
Pero las cifras más impresionantes proceden de su número de jugadores simultáneos: se ha instalado cómodamente (como en el momento de escribir estas líneas) en los más de 50.000. Su record, según Steamdb, está en 60.009 jugadores, hace menos de 24 horas. Es decir, por encima de 'Battlefield V' y a punto de superar a éxitos como 'Rust' o 'Destiny 2'. También su valoración es elevadísima: 5.674 votos positivos le han dado un espectacular porcentaje de 94'45%
Repostería repetitiva, el secreto del éxito
Los idle games (también conocidos como clicker games, aunque con el tiempo han ido derivando en direcciones distintas), son juegos en los que hay que llevar a cabo pocas acciones o acciones muy repetitivas. En las primeras encarnaciones de estos juegos, a menudo gratuitos o bajo modelos pay-to-win muy elementales, un continuo clic a la pantalla proporcionaba ingresos que permitían mejorar a los personajes, lo que multiplicaba a su vez los ingresos. Es decir, mecánica de RPG clásico, pero con recompensa inmediata a base de clic.
Los dos primeros juegos en alcanzar cierta fama como idle games, significativamente nacieron como bromas o experimentos. La versión gratuita de 'Cookie Clicker' era casi una performance digital interactiva, y 'Cow Clicker' era un experimento del teórico Ian Bogost acerca de mecánicas repetitivas y progresión en los videojuegos, con el inevitable punto de autoparodia. Pronto se evolucionó a los desafíos de paciencia y resistencia, en títulos que no dejaban ningún espacio a dudas: 'Time Clickers', 'Tap Heroes', 'Tap Tap Infinity', 'Insanity Clicker' o 'Sakura Clicker'.
El género siguió evolucionando: la etiqueta clicker games quedó solo para los juegos cuya mecánica consiste en pulsar en la pantalla, y los idle games, por su parte, se orientaron a veces a lo experimental, con juegos absolutamente contemplativos -casi instalaciones de arte digital-, como 'AntCity', donde vemos evolucionar una colonia de hormigas. Otros más interactivos adquieren formas muy distintas: 'Realm Grinder', por ejemplo, es un 'Populous' que nos convierte en un ser omnisciente que hace evolucionar una civilización... clicando sobre ella.
La cosa ha llegado incluso a las franquicias de éxito, y hace algo más de un año aterrizó en Apple Arcade 'Game of Thrones: Tale of Crows'. En él hay que defender el Muro de la frontera norte de los reinos de Poniente. Para ello hay que enviar a exploradores a distintos puntos del Muro y fortificar el Castillo Negro. Todo ello de forma escasamente interactiva, como un juego de estrategia bélica en modo de juego automático.
En cuanto al propio 'Cookie Clicker', su mecánica no tiene mucho misterio, aunque obviamente hay estrategias que se pueden poner en práctica para multiplicar la velocidad del juego. Lo único que hay que hacer es clicar en la galleta lo más rápido posible para ganar más galletas, comprar potenciadores (como abuelas, multiplicadores de cursores o granjas de galletas) y producir más.
'Cookie Clicker' es un juego tan "pasivo" que una de las posibles estrategias es comprar pulsadores automáticos tras el arranque de la partida, minimizar la pantalla de juego y ponerse a otras cosas mientras las galletas se multiplican solas. Todo lo contrario a un título que exija dedicación y práctica... pero eso no le ha impedido rozar un éxito que suele estar reservado solo a las grandes superproducciones.
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