La presentación de juegos de Gamesradar en la Gamescom nos ha mostrado, con su saludable ausencia de Triples A, una sartenada de juegos a los que los obsesos del músculo tecnológico no harán demasiado caso, pero que ofrecen más estímulos estéticos y extravagancias por píxel cuadrado que cualquier conferencia al uso. Y de entre todos ha destacado 'The Last Case of Benedict Fox', que sus creadores definen como un "metroidvania lovecraftiano". Música para nuestros oídos.
Con una estética cuidadísima en 2D, nuestro protagonista tendrá que deambular por una misteriosa casa donde en el pasado tuvieron lugar una serie de muertes que no han sido resueltas. Cultos ignominiosos y criaturas cuya sola visión conduce a la locura andan sueltas por un edificio que contiene también numerosos portales cuyo dominio será imprescindible para salir cuerdo y con vida del lugar.
La gente de Plot Twist ha desarrollado para 'The Last Case of Benedict Fox' una serie de mecánicas que pretenden que las cansadas mecánicas de los metroidvania se sientan frescas y renovadas. Habrá puzles y exploración, claro, pero también un combate más sofisticado de lo habitual, con esquivas, combos y todo tipo de armas.
También habrá un espacio entre realidades, el limbo, que permite entrar en la memoria de la gente para encontrar objetos que luego emplear en el juego. Y para redondear, un tatuador que inyecta sigilos que proporcionan poderes y el mismísimo Harry Houdini como tendero que nos proporciona material que nos ayude a progresar.
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