Nos interesan más los juegos que los resultados financieros, pero vamos a repasar un poco cómo le van las cosas a Nintendo en este periodo que ya podemos denominar como de transición hasta la llegada de Switch, la consola “híbrida” que tan buena acogida ha tenido con su escueta presentación.
La excitación que una nueva consola puede crear en el mercado no va a arreglar nunca las ventas o el interés por lo que ahora mismo ofrece Nintendo, y eso se ve claro en sus últimos resultados, ya que su departamento de consolas de ‘sobremesa’ no va nada bien, y el de portátiles va tirando con buena salud. Hace falta acelerar la estrategia portátil de la Gran N: juegos móviles y la llegada de la nueva consola - muy portátil - lo antes posible.
Hablamos del segundo trimestre de resultados en Nintendo, aquel que cubre los meses de julio a septiembre. No nos vamos a poner a detallar cifras, hay que quedarse con que los ingresos bajaron un 33% con respecto al mismo periodo del año anterior, al tiempo que hay pérdidas de 57,1 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del año anterior hubo beneficios.
La compañía de Kyoto funciona como todas en esto de los videojuegos, por empujones en las ventas conseguidos por sacar una nueva consola, o por tener títulos top como fueron Splatoon o Super Mario Maker, cosa que no ha ocurrido en el último periodo. Ha tenido ingresos por cosas que no tienen nada que ver con juegos, como la venta en la participación del equipo de beisbol Seattle Mariners.
Wii U busca un relevo
Nintendo solo ha vendido 530.000 unidades de Wii U entre julio y septiembre, eso es un 53% menos que lo que consiguieron en 2015, en el mismo periodo. Tampoco acompaña la venta de software, que hay caído en un 33%.
Esto se traduce en que la producción de la consola ya es mínima, la Gran N ha decidido crear menos y estima que va a vender unas 800.000 unidades en el año fiscal. En toda su vida ha conseguido acumular unas ventas de 13,36 millones de unidades, una cantidad mínima si lo comparamos con los 102 millones de la primera Wii.
En cuanto a juegos, poca cosa, solo se han registrado la venta de 3,6 millones de unidades. No se nos olvida comentar que se han vendido 3,8 millones de figuras Amiibo y 1,7 millones de cartas.
Las portátiles y el efecto Pokémon
Lo más gordo que le ha pasado a Nintendo es sin duda Pokémon Go, pero no pertenece directamente a sus cuentas, aunque tiene sus efectos colaterales: se han revitalizado las ventas de títulos anteriores como Pokémon Omega Ruby y Alpha Sapphire, al tiempo que se vendían portátiles 3DS solo para probarlos.
La Nintendo 3DS ha registrado unas ventas de 2,71 millones de unidades en los últimos seis meses de vida, eso es un 19% más que en 2015. La Nintendo 2DS también ha visto sus ventas crecer. Tenemos que recordar que la 3DS es una consola con cinco años de antigüedad, su actividad actual no está nada mal.
Comentar que el fenómeno Pokémon Go ha ingresado unos 500 millones de dólares desde que apareció en julio, pero realmente pertenece a The Pokémon Company, y Nintendo lo que tiene de ella es un tercio de las participaciones. A Nintendo realmente le corresponden 115 millones de dólares en beneficios.
Super Mario Run es otra de las grandes apuestas en el mundo móvil, presentado junto a Apple, terminará llegando a las dos plataformas importantes en teléfonos
¿Cuántos juegos de portátil se han vendido? Pues 19,23 millones en seis meses, lo que habla de una buena salud en la plataforma - algo estancada eso sí -, que además tiene un mejor futuro por delante que Wii U, solo hay que ver lo prometido para fechas navideñas: Pokémon Sun y Moon, Super Mario Maker o Miitopia. Hay un título que ha funcionado muy bien esta temporada, Kirby: Planet Robobot.
Esperando a Switch
No hay más que ver el funcionamiento de las diferentes consolas de la casa, del interés de Pokémon Go, o del revuelo que se ha creado con la entrada en el mundo móvil con Super Mario Run (iOS y Android). El futuro de Nintendo está muy pegado a la movilidad.
La Nintendo Switch es una consola híbrida, pero principalmente es portátil - con hardware móvil - y eso hace que interese tanto a aquellos que quieran renovar a la Nintendo 3DS, como a los que Wii U no les aporta más, y quieren seguir con la Gran N. En las previsiones está vender 2 millones de unidades en marzo de 2017.
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