Lo que gusta un buen sarao, ¿verdad? Pues entre los más top de Madrid desde hace ya unos cuantos años se vienen colando los Premios Xataka. Cuando se viene acercando el final de Noviembre, el runrun deviene en un clamor similar al que se producía en el Nueva York de los años 20 cuando se acercaba una nueva fiesta en casa de Gatsby. Ya hace una semana de los Premios Xataka 2016 y nos hemos recuperado de la resaca, es un buen momento para hacer un repaso a lo acontecido el 23 de Noviembre en el Kinepolis en 7 píldoras.
1. Premios 'A Todo Gas'
Desde la modesta, lejana y cuasi clandestina primera edición, los Premios Xataka han ido creciendo (se quedaron pequeños recintos como Shoko y Teatro Goya) y mejorando hasta alcanzar esta duodécima edición... exactamente como la saga de coches rápidos y furiosos que en 2017 verá nacer su octava entrega. La duda que me asalta es, ¿quién sería nuestro Vin Diesel? ¿Penalva? Maybe.
2. Kinepolis mola. Está lejos pero mola
Y la famosa sala 25 con sus mil (comodísimas) butacas y su pantallón de 10x25 metros (ahora vas y calculas las pulgadas), más. Un auténtico lujo tanto para ver el blockbuster del verano como para albergar los oscars de la tecnología.
Y no sólo la sala: el hall era espectacular. Las marcas podían montar sus stands sin restricciones y los asistentes podíamos pasear entre ellos sin agobios. ¡Qué diantres! Si, como escuche decir, el ropero es una sala de cine, es que hay mucho nivel.
3. De todo, como en botica
De nuevo los stands de las marcas estuvieron repletos de cosas chulas que hicieron las delicias de todos: desde un par de coches a las típicas gominolas y caramelos de stand pasando por auténticos pepinos de equipos para gamers, unas cuantas experiencias de realidad virtual, móviles recién sacados del horno, photocalls variados, pufs, concursos... vamos, todo un parque temático para geeks.
En el microsite de los Premios Xataka tienes más información sobre las marcas que participaron y los productos que trajeron.
4. Gracias, Sara
La importante labor de presentador de la gala (host que dirían en Hollywood) recayó este año en la cómica Sara Escudero. Después de los perdidos David Guapo o Iturriaga (el del basket, no el otro), la pizpireta colaboradora de 'Zapeando' fue todo un soplo de aire fresco. De tecnología poco pero divertida, ocurrente y con buen timing. Hizo amena una gala que si no viste en directo o streaming, te la comparto enterita debajo de estas líneas. Prepárate palomitas y a disfrutar de una hora y cuarto de gala techie.
5. ¿Y Apple qué, otra vez pasando de venir?
¿Ya has terminado de ver la gala? ¿Has visto a alguien de Apple subir a recoger algún premio? ¡Que despegados! No es que sea una sorpresa, todos los años hacen lo mismo. Sin embargo este año hemos tenido acceso a la lista de excusas que tienen en las oficinas de Apple para no venir a los Premios Xataka año tras año. Son las siguientes:
- Me tocaban esta noche los niños a mi
- Ibamos a ir pero nos hemos perdido. Nos pasa por usar Apple Maps
- Estaba Uber caído
- ¿Qué se llega en Metro Ligero? ¿Metro Ligero? No me suena
- Fuimos pero nos equivocamos de sala. Muy buena la de 'La Llegada', ¡eh!
- En nuestras oficinas no entra nada no diseñado por Jonny Ive
- Llamadnos cuando la gala sea en Irlanda
- Es que coinciden con la Champions
El secretario hace "pinto, pinto, gorgorito", coge la tarjeta elegida, la ata a la pata de un cuervo y lo manda a las oficinas de Weblogs. No es de extrañar que luego la comunidad xatakera elija un Samsung como producto del año.
6. Un Goya para la abuela. Firma aquí
También te habrás fijado en el corto, troceado, que se muestra durante la gala. Una gran producción de nuestro equipo de vídeo con nombre de '1200 Monos' en el que la abuela de esta peculiar familia se roba el show ella solita. Ojalá un Goya para esa señora. Qué digo Goya, ¡un Oscar!. De hecho habría que montar un change.org, un kickstarter o lo que sea para apoyarla.
Por cierto, el corto enterito sin interrupciones a continuación. Son apenas 11 minutos muy disfrutables.
7. Muerte por pizza
Este año nada de catering finolis para la post-fiesta (bueno, en la zona VIP si que hubo): pizza. Toneladas de pizza. Y latas de birra.
Y claro, aunque ibas ya lleno, a la pizza no se le puede decir que no, es pecado en todas las religiones organizadas. De verdad, había tanta pizza (los señores de Telepizza debieron gastar la masa de todo un mes), que incluso había gente llevándose cajas enteras. Y es que el mejor desayuno después de haber cenado pizza, es pizza de nuevo. No te lo reconocerá ningún nutricionista pero esa es la verdad.
Y este fue el pantagruélico fin de fiesta. El año que viene, más y, si es posible, mejor. Lo prometemos.
Ver 5 comentarios