Se llama Sebastian, es español y sirve para decidir cuándo el asistente de voz podrá escucharnos. Estamos ante un interruptor por voz, un genial prototipo de accesorio que puede conectarse a un asistente de voz como un Google Home Mini y controlar cuándo tendrá acceso a la corriente.
En pleno inicio de la temporada navideña, los asistentes de voz pueden convertirse en uno de los regalos tecnológicos más populares pero como apuntan los creadores del invento; "aún hoy no tenemos el control sobre las conversaciones que nos graban, escuchan y utilizan en la intimidad de nuestro propio hogar".
Sebastian, un prototipo español para complementar los asistentes de voz
La iniciativa surge del laboratorio de especulación BikoLabs, un espacio creativo dentro de Biko2, consultora tecnológica dedicada a diseñar y construir productos y servicios digitales. El objetivo de Ujué Agudo, Miren Arrese y Karlos G. Liberal es "romper con la relación asimétrica actual entre la máquina y el humano".
El propio Karlos nos explica cómo funciona el dispositivo y cómo surge el proyecto. "Empezamos a hacerlo a inicios de verano. Hicimos una charla explorando sobre la relación humano-máquina. Nos preguntamos, ¿cuál es el problema de tener el Google Home en casa? Pues que no lo controlas.".
Ante esta situación la solución pasa por Sebastian, nombre puesto al interruptor que puede controlarse por voz para decidir, activamente, cuando el asistente tiene acceso a la corriente y por tanto puede escucharnos. La apuesta por la voz es importante, pues cómo explican, "la clave está en eliminar la fricción".
Como hemos comentado Sebastian es un interruptor on/off POR VOZ. Alimentamos a Google Home desde Sebastian. Y lo controlamos mediante un relé activable desde sebastian (RPI) y que corta la corriente al asistente google #bikolabs 👇 pic.twitter.com/5uvnvnMWPD
— karlos g liberal (@patxangas) November 29, 2019
Por el momento se trata únicamente de un prototipo, por lo que no está a la venta. "Ha habido varias corrientes, en el laboratorio somos 4 o 5 y han habido diferencias. Pero vemos que Alexa y Google Home, están moviéndose en ese camino". La intención del equipo no es tanto comercializar este dispositivo, como poner encima de la mesa el debate sobre el control activo que tenemos como usuarios frente a estos asistentes de voz.
"Montar solo el aparato no cuesta mucho, una semana de mimo".
¿Cuánto costaría montar un aparato así? "Es una Raspberry Pi con el voice kit de Google; una tarjeta de sonido y un micrófono controlable con Python. La hemos comprado desde Inglaterra, pero por unos 100 euros podríamos fabricarnos el nuestro".
"Una primera parte fue de investigación. No lo hemos hecho cerrado. Aproximadamente una semana de desarrollo para la parte de hardware. Con una semana de mimo es posible montar la parte del aparato. Después, nos hemos centrado bastante en la parte teórica".
Para ampliar las posibilidades del dispositivo, el equipo de BikoLabs estuvo trabajando con bases de datos como Trillian, para dejar reflejado qué audios se escuchado de una manera transparente. Una información que podían mostrar en una pantalla de tinta electrónica. Una ampliación de las posibilidades del prototipo que tampoco terminan aquí.
"Como la tecnología se vuelve invisible con el tiempo, necesitamos ser conscientes de su presencia para controlarla activamente", apuntan. Aquí es donde Sebastian introduce el concepto de "puntos de decisión". La idea es que el dispositivo nos recuerde cuándo el Google Home nos está escuchando por defecto y establecer cada cuánto tiempo la tecnología nos debería avisar que está activa.
Visibilizando la carencia de control
Bajo esta idea de control sobre lo que ocurre con los asistentes de voz, también nos enseñan un prototipo de aplicación con la cual podemos ver directamente los distintos audios, cuándo han sido grabados y poder eliminarlos fácilmente. Algo en lo que, según los autores, deberían fijarse las grandes compañías.
"Lo que ocurre con la tecnología es que la pones y te olvidas. Lo que querríamos es que la propia tecnología nos avise. Con la aplicación recibiríamos esas indicaciones. Se da el caso que instalas una aplicación, nunca más la utilizas, pero la app te sigue recogiendo datos. Si nos informaran que están, quizás nos habilitarían más. Estoy encendido, ¿lo sabes? Esa necesidad de estar informados de lo que hacemos con nuestra vida digital".
"No queremos ir a la paranoia", explican. El objetivo de este prototipo es plantear un debate sobre cómo se nos presentan los asistentes de voz. "¿Cuál sería la postura de la gente que nos dedicamos a lo digital para sentirnos cómodos? Nosotros decimos: Déjame ser responsable a mí, no tanto que decida la empresa. Si la empresa fuera lista, sabría que aquí hay una unidad de negocio". Y es que el debate no solo debería ir entre utilizar o no los asistentes de voz, sino hasta qué punto las empresas confían en el usuario para gestionar sus propios datos.
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