Si la cobertura WiFi no llega a ciertos rincones de tu casa u oficina, lo normal es que acudas a soluciones como las que ofrecen los repetidores WiFi o la tecnología PLC. A ellas se les está sumando desde hace tiempo una muy interesante: la fibra óptica plástica o POF.
A diferencia de la fibra óptica de vidrio convencional, este tipo de fibra está hecha de un polímero que permite, sin pérdida sensible de prestaciones, transmitir luz y por tanto datos, pero con una ventaja fundamental: es flexible y muy delgada, lo que la convierte en interesante forma de cablear tu casa u oficina para dotarla de una mejor cobertura de datos.
De los aviones a las casas
Resolver los problemas de cobertura de la señal WiFi en nuestros hogares o en las oficinas de las empresas era a menudo cosa de los repetidores WiFi, pero incluso con estos dispositivos esa capacidad de red se ve mermada, algo que hace recomendable acudir a otras alternativas si queremos mejores rendimientos en las tasas de transferencia de nuestra red de datos.
Es ahí donde intervienen soluciones como PLC (que hace uso de las líneas eléctricas ya existentes), de cable coaxial (MoCA) o de cableados mediante cables Ethernet Cat5 o Cat6, por ejemplo.
Esas soluciones son desde luego viables e interesantes, pero a todas ellas se les suma en los últimos tiempos la fibra óptica pástica o POF, un avance que lleva en marcha una década y cuya aplicación ya es conocida en industrias como la de la aviación, la médica o la de la automoción.
El reducido diámetro de estos cables (2,2 mm) y su flexibilidad hacen que POF puede ser una solución muy interesante para cablear todo tipo de instalaciones. De hecho es posible utilizar sin problemas los tubos de la corriente eléctrica ya existentes, ya que debido a su naturaleza óptica, esta tecnología es completamente inmune al ruido eléctrico.
Ese tipo de cableado hace por tanto que podamos disfrutar de todo el ancho de banda que proporciona la fibra óptica convencional en diversos puntos de la distribución de nuestro hogar u oficina.
A su flexibilidad se une un coste reducido frente al cable de fibra óptica de cristal, aunque tienen algunas desventajas frente a ella como su resistencia a altas temperaturas, a fuentes de luz infrarroja o a entornos húmedos.
Puntos de acceso de fibra por toda la casa
La facilidad del cableado con fibra óptica plástica hace por tanto posible llevar esa calidad de conexión a todos los rincones, y para completar la instalación es necesario instalar un "convertidor de medios" que tiene una o varias entradas POF y una o varias salidas Ethernet.
Es decir, que estos adaptadores luego se conectan a puntos de acceso WiFi convencionales, lo que hace que en estas instalaciones vayamos colocando esos puntos de acceso emparejados con estos convertidores de medios si queremos tener puntos de acceso WiFi en cada nodo de esa infaestructura.
Existe también la posibilidad de utilizar las salidas Ethernet de estos convertidores de medios para conectar PCs de sobremesa, portátiles y otros dispositivos con tomas de red. El estándar IEEE802.3bv define una capacidad de transmisión full duplex de 1 Gbit por segundo, y estas conexiones han sido denominadas 1000BASE-RH.
Al final podremos combinar esos elementos para adaptar estas instalaciones a cualquier necesidad y siempre obteniendo unas prestaciones y coberturas que desde luego plantean ventajas interesantes sobre otras alternativas.
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