La minería o extracción de Bitcoins es una de las tareas a la que más estudios y recursos se le han dedicado en los últimos años. Son famosos los chips específicamente diseñados para lograr conseguir el mayor número de bitcoins por día posibles, como también lo son los centros de datos creados por y para esta tarea.
Frente a esos megaproyectos está la otra cara de la moneda: la simple extracción de Bitcoins con lápiz y papel, algo que es relativamente sencillo. Lo demuestra un desarrollador llamado Ken Shirriff que ha explicado cómo lograrlo, y que, eso sí, aclara que este tipo de operación no es eficiente ni en rendimiento ni -y esto lo confirma con un singular sentido del humor- en energía consumida.
Como explica Shirriff, el algoritmo SHA-256 utilizado para la extracción de Bitcoins es "bastante simple", aunque el proceso es "extremadamente lento comparado con la extracción vía hardware, y es muy poco práctico". Aún así, imitar el proceso de extracción con lápiz y papel le sirvió para comprender exactamente cómo funciona.
El autor de este curioso experimento explicaba en su blog cómo funciona la función criptográfica de hashing y cómo a partir de un bloque de datos de entrada se obtiene una salida impredecible, que puede ser un hash correcto -precedido de una larga serie de ceros- o uno incorrecto que no sirva para nada. Obtener un hash correcto es realmente difícil: solo uno de cada 1,4x10^20 hashes es de este tipo, y como afirma Shirriff, "encontrar un hash correcto es más difícil que encontrar un granito de arena específico entre todos los granitos de arena que hay en nuestro planeta".
En el vídeo que acompaña a este artículo -y que os incluimos también- este desarrollador explica cuál es el proceso paso por paso para lograr descifrar "una ronda" del algoritmo SHA-256. Esa primera ronda le llevó 16 minutos y 45 segundos, lo que haría que completar un hashing para un bloque Bitcoin, con 128 de esas rondas, le llevara 1,49 días. Eso da una velocidad de 0,67 hashes al día, una cifra ínfima comparada que por ejemplo podemos comparar con la que se puede obtener con los limitados recursos de una Raspberry Pi, que es de aproximadamente 0,2 Mhash/s (200.000 hashes por segundo).
El autor deja claro que esa velocidad hace poco práctico el asunto, pero además respondía con humor a preguntas que algunos usuarios le hacían desde Reddit, como una importante: ¿cuál es el consumo de energía? En un cálculo rápido considerando una tasa de descanso metabólica de 1.500 kcalorías al día, el consumo del hashing manual sería de 10 megajulios/hash, cuando el consumo típico del hardware de extracción es de 1.000 megahashes/julio. El coste de esa energía sería, basando la alimentación en donuts -buen ejemplo-, unos 0,23 dólares por 200 kcalorías, algo que haría la eficiencia "67 trillones de veces" inferior a la del hardware especializado.
Ya sabéis: hacerlo extracción de Bitcoins con lápiz y papel puede no ser una gran idea en cuanto a eficiencia energética o rendimiento, pero sin duda es una curiosa forma de entender cómo funciona el proceso y cómo, quizás, lograr diseñar hardware específico más eficiente en un proceso cada vez más extendido y que ha creado una sub-economía propia.
Vía | Righto
En Xataka | Dogecoin, Litecoin... ¿tienen sentido las alternativas a Bitcoin?
Ver 5 comentarios