¿Alguna vez os ha pasado que estáis muy, pero que muy enganchados a un juego y, de un día para otro, os aburre y lo dejáis? A mí me pasa a menudo, tal y como corrobora mi biblioteca de Steam y Epic Games, llenas de juegos que tengo al 20% porque al final, por H o por B, los acabo dejando. Con 'Pokémon GO' me pasa algo parecido: juego a muerte, lo desinstalo, pasan los meses y, de un día para otro, me vuelvo a encontrar jugando.
Este último ataque pokemaníaco me dio hace ya un tiempo, diría que hace un año, en verano de 2019. Estuve jugando fuerte a 'Pokémon GO' y, para sorpresa de nadie, acabé desinstalándolo. Pues esta semana me he vuelto a enganchar. Pero no "enganchar" en plan "juego un ratito", no, "enganchar" nivel analizar los IV de los Pokémon, aprovechar cuando salgo a dar una vuelta para dejar Pokémon en gimnasios o combatir en incursiones, etc. En fin, muy loco todo.
Un muerto muy vivo
Hay quien dirá que 'Pokémon GO' está muerto, pero nada más lejos de la realidad. Ahí donde lo veis, con sus cuatro años de vida, 'Pokémon GO' generó 890 millones de dólares solo en 2019, siendo este su mejor año. Pero es que solo en la primera mitad de 2020, en plena pandemia y con una cuarentena de por medio, 'Pokémon GO' generó 445 millones de dólares. Poca broma para un juego que consiste en andar por la calle.
Evidentemente, Niantic ha adaptado el juego para que sea jugable en estos tiempos que corren. Por ejemplo, los gimnasios ahora tienen el doble de distancia, por lo que puedes competir en ellos sin acercarte más de la cuenta (ideal para jugar desde la ventana), los combates entre entrenadores se pueden hacer desde cualquier lado y se ha creado un pase de incursión remota para participar en cualquier incursión sin acercarse a la zona.
Sea como fuere, el caso es que 'Pokémon GO' vuelve a estar instalado en mi móvil y me ha vuelto a atrapar. De verdad que no sé cómo lo hace, pero siempre que vuelvo siento la necesidad de seguir descubriendo el juego. Será que como me engancha cada equis meses, el juego ha añadido Pokémon nuevos, mecánicas nuevas y objetos que antes no estaban y que ahora tengo que aprender a usar.
Será, quizá, porque 'Pokémon' fue la serie de mi infancia y tengo cierto síndrome de Peter Pan. De hecho, he intentando jugar a otros títulos similares, como 'Ingress' o 'Harry Potter: Wizards Unite', pero ninguno ha conseguido atraparme de esta forma. 'Harry Potter' mola, pero pierde ese toque simpático que tiene Pokémon. 'Ingress' me parece demasiado serio para un juego al que juego cuando salgo a correr o me voy a dar una vuelta.
Creo que la clave de 'Pokémon GO' es que su gameplay es más sencillo que el mecanismo de un botijo. Andas, aparece un Pokémon, le tiras una Pokéball y listo, lo capturas (o lo intentas). Las incursiones también son divertidas y los combates a distancia ayudan a poder pelearte contra jugadores de todo el mundo desde la comodidad del salón.
Además, ahora resulta que tengo dos Pokeparadas y un gimnasio justo enfrente de casa, así que tengo el barrio monopolizado con mi Gengar de 100 IV. Por cierto, mensaje para el vecino del equipo amarillo que no deja de tirarme el gimnasio: tú y yo vamos a tener que hablar seriamente, porque hay ciertas líneas rojas que no se deben cruzar y la cosa está empezando a ponerse tensa.
Bromas aparte, debo reconocer que pensaba que la comunidad del juego estaba bastante KO. Lejos quedan esos días de verano en los que los jugadores se reunían en manada para salir corriendo de un lado a otro a capturar un Pokémon. Sin embargo, me he llevado alguna que otra sorpresa, ya que los gimnasios siguen estando poblados, hay gente combatiendo en las incursiones y sigue habiendo ese pique sano entre equipos.
Evidentemente, no se ven jugadores nuevos, más bien al contrario. Al menos por lo que he podido comprobar en mi ciudad, que no es un gran capital ni mucho menos es representativa del estado del juego en términos globales, todos los jugadores son de niveles altos. ¿Qué quiere decir eso? A priori, que son jugadores fieles, de los que llevan caminados no sé cuántos miles de kilómetros y han jugado desde el lanzamiento.
Otro aspecto que considero interesante es que no es un juego que requiera de mucha atención. No es 'Clash of Clans' o 'Genshin Impact' o alguno por el estilo, que como dejes de jugar pierdes el toque o te arriesgas a haber sufrido daños, sino que juegas cuando te apetece. ¿No te apetece jugar? No pasa nada, ya jugarás cuando quieras. ¿Te has ido de paseo y no llevabas abierto el juego? No pasa nada, activas Sincroaventura y te cuentan los pasos para abrir los huevos.
Es un juego que puede ser pasivo o activo y que, además, puede tener algo de complejidad si queremos que la tenga. Por ejemplo, puedes conformarte con que un Pokémon tenga unos puntos de combate altos o puedes conseguir el mejor Pokémon, con los mejores IV y los mejores ataques para defender o atacar gimnasios. Tienen ese puntito de estrategia que permite explotar el juego un poco más.
Si a eso le sumas que hay 600 y pico Pokémon y que solo he atrapado 357, pues claro, tengo ahí aliciente para jugar el que quiera y más, y además Niantic va añadiendo los de las nuevas generaciones poco a poco. Diría que me entristece un poco no conocer los más nuevos, porque después del 'Pokémon Negro' dejé de jugar a los juegos de consola, pero oye, los voy descubriendo poco a poco.
En fin, que acaba de salir una incursión en el gimnasio de al lado de casa y voy a ver si reviento al Pokémon desde la ventana. ¡Haceos con todos!
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