Las instituciones europeas y españolas llevan tiempo presionando para reducir el volumen de vehículos de combustión progresivamente y sustituirlos por eléctricos puros. De hecho, la Comisión Europea quiere sacar a los diésel y gasolina de los concesionarios en 2035. Una situación que, sin embargo, chocaba con las flotas de algunos organismos públicos. Entre ellos los Ayuntamientos, que en España avanzan a marchas forzadas para sacar al autobús diésel de las calles.
La última administración en hacerlo público ha sido el Ayuntamiento de Madrid. El consistorio de la capital ha confirmado que a partir de 2023 quedarán retirados todos los autobuses movidos por combustible diésel. Las novedades se enmarcan dentro del plan Madrid 360 que busca una movilidad más limpia. Así, este año quedarán retiradas las unidades movidas por gasóleo y entre 2020 y 2023 se habrán comprado 520 autobuses movidos por Gas Natural Comprimido (GNC), 100 eléctricos y otros seis minibuses, también eléctricos. Madrid tiene ahora mismo 10 líneas completamente electrificadas.
Una tendencia que siguen otras ciudades españolas
Este cambio generalizado en la flota de vehículos también ha sido replicado por otras ciudades españolas que están apostando principalmente por la electrificación y el gas.
Barcelona también anunció unos meses atrás que renovaría profundamente su flota en los próximos dos años con la llegada entre 2022 y 2024 de 210 vehículos verdes, de los cuales 166 autobuses tienen que ponerse en marcha este mismo año. En total son 78 vehículos completamente eléctricos, 108 movidos por gas y 24 híbridos de dos pisos, dedicados exclusivamente al turismo. En 2024 la flota completa de los autobuses barceloneses carecerá de vehículos movidos por gasóleo.
Dejando a un lado las ciudades de mayor tamaño y con mayores recursos, Badajoz se ha posicionado en los últimos años como una de las referencias. En 2021 se sustituyeron siete vehículos de combustión por otros tantos eléctricos y aunque los planes pasan por adquirir otros 15 autobuses verdes en los próximos dos años, desde el Ayuntamiento se señaló el pasado año que éstos cambiarían conforme vayan agotando su vida útil.
Bilbao también ha tomado la iniciativa para renovar su flota. En los dos últimos años ha sustituido hasta 88 vehículos por otros nuevos menos contaminantes. Esto ha llevado a la ciudad a contar con 83 autobuses movidos por gas y 11 completamente eléctricos. En total, un 65% de la flota total.
Pamplona también cuenta con su propia línea completamente eléctrica con seis vehículos en marcha. Y el objetivo para los próximos años es que termine esta década con dos tercios de la flota movidas por GNC y el tercio restante utilizando exclusivamente electricidad. El proyecto se ha impulsado con el uso de los fondos Next Generation llegados desde Europa
Y también se crea industria
Una de las grandes noticias de 2021 en el transporte urbano limpio llegó desde Valladolid. La empresa anglo-india Switch Mobility confirmó el pasado diciembre que establecerá una planta para fabricar autobuses y furgonetas eléctricas con su propio espacio de I+D. Un espacio que tiene que empezar a construirse el próximo 27 de enero y que promete 2.000 puestos de trabajo directos y hasta 7.000 indirectos. La compañía asegura que invertirá 100 millones de euros y que espera fabricar 50.000 unidades anuales.
Fotos | Lê Minh y Mart Productio
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