Nos gusta maximizarlo todo, para qué negarlo. Por arriba y por abajo. Y nos chiflan las películas y las series adoradas de forma masiva, del mismo modo que nos fascinan los fracasos de taquilla y los descalabros críticos. Nos gusta mirar a los accidentes: qué pudo fallar, qué hay de erróneo en las peores películas de la historia. Producciones como 'Cuatro Fantásticos', versión de 2015 y considerada la peor película de Marvel por goleada: 9% es la puntuación de la crítica y 18% la del público en el agregador de notas Rotten Tomatoes.
Aquí, siempre dispuestos a defender causas perdidas, hemos recuperado la película de 2015, buscando algo salvable en ella. Porque lo cierto es que cuando la vimos en el cine no nos pareció tan absolutamente espantosa. Por supuesto, el recuerdo se ha visto empañado por los detalles sobre su apocalíptico rodaje que han ido saliendo a la luz con el tiempo, y que ha disparado la mitología en torno a su director original, Josh Trank.
Trank alcanzó la fama gracias a su estupenda 'Chronicle', la película de superheroes adolescentes de solo 12 millones de dólares de presupuesto que se convirtió en un auténtico fenómeno de taquilla. Su acercamiento a la idea de los superpoderes y su descripción de unos personajes llenos de zonas grises y contradicciones, de un modo que más adelante no se han atrevido ni a rozar las majors del entretenimiento superheroico (aunque hunde sus raíces en los cómics clásicos de los X-Men), le convirtió en una especie de rebelde del género. Su salto a grandes producciones como 'Los Cuatro Fantásticos' estaba garantizado.
Para ello contó con el guionista Jeremy Slater, que también ha participado en series como 'El exorcista' o 'Moon Knight' y que, a diferencia de Trank, conocía a fondo los personajes originales. Slater creía que la película de 'Los Vengadores', por entonces recién estrenada, debía ser su modelo a imitar, mientras que Trank la había odiado y quería distanciarse de ella, ahondando en los personajes y en su tragedia como monstruos que no entienden lo que sucede. Después de escribir 18 versiones del guión, el guionista acabó abandonando.
Le sustituyó Simon Kinberg, escritor habitual de la franquicia 'X-Men', que se encontró con que la película no tenía aún tercer acto. El odio que generó el anuncio del casting entre los fans (especialmente la elección de Michael B. Jordan para dar vida a la Antorcha Humana) disparó la paranoia de Trank, que llegó a dormir con un revólver al lado. Cuando entregó el primer montaje, no era lo que Fox esperaba. La película acababa en una indefinición total, era una producción sin forma, y comenzaron tres meses de reshoots que acabaron haciendo que el montador Stephen Rivkin se ganara el crédito de director.
Un producto convulso
La película refleja ese rodaje y, sobre todo, esa post-producción convulsa y en la que hay una tirantez continua entre el director y Fox. Hay varias películas habitando en el interior de esta 'Los Cuatro Fantásticos', y como suele ser habitual, la más interesante es la que proponía Trank. Pero también hay apuntes de una buena película de aventuras superhéroicas que, bien focalizada, podía haber dado interesantes frutos. Por desgracia, la personalidad de Trank es demasiado oscura y, claramente, lo que menos le interesa del conjunto es el elemento Marvel.
La culpa es, claramente, de Fox: para ser fieles a los cómics de Los Cuatro Fantásticos hay que tener una aproximación a los superhéroes aún más luminosa, ingenua y pop de la que necesitan personajes como Spider-Man o Iron Man. Los Cuatro Fantásticos son pura ciencia ficción febril y cósmica en acción, con viajes a otras dimensiones, villanos cuya ambición abarca eones de tiempo y un surtido casi constante de humor familiar, inventos disparatados y colorido galáctico. Para adaptar a los Cuatro Fantásticos hay que adaptar a Kirby.
Por mucho que Trank hubiera alcanzado previamente un logro que a cualquier ejecutivo le genera el signo del dólar en los ojos (filmar una película del género más popular sin apenas dinero y con una recaudación millonaria), no hace falta ser el lápiz más afilado de la caja para darse cuenta de que 'Chronicle' no es una película de superhéroes al uso. Es, de hecho, anti-superhéroes, más afín a los postulados del cine indie más ácido que a las aventuras mainstream y conformistas de los superhéroes al uso. Por supuesto que 'Los Cuatro Fantásticos' salió mal.
Sin embargo, es la visión de Trank como cuatro monstruos que no son capaces de adaptarse a lo que los humanos requieren de ellos lo que nos lleva a los momentos más interesantes del film. La aparición de los poderes en los cuerpos de los héroes lindan con el cine de terror, y proponen algo que apenas hemos visto en Marvel o DC. Entrar en combustión continua, estirar las extremidades hasta lo indecible o que el cuerpo se transforme en piedra no debe ser agradable ni placentero. Trank quiere que el espectador viva esas agonías.
Del mismo modo, hay una visión casi negativa de los héroes, y que curiosamente incide en aspectos de Los Cuatro Fantásticos que siempre han estado ahí, en los cómics. Reed Richards es un científico brillante pero abstraído de los sentimientos humanos, más cerca de los fríos planes de Doom que de un líder nato al estilo del Capitán América; la Antorcha Humana es un jovenzuelo inmaduro y vanidoso; Sue Storm es la más poderosa del grupo, pero nunca va a recibir el crédito que merece; y La Cosa es un monstruo de tintes clásicos, casi góticos, y que en el público debe despertar más temor que compasión.
Los mimbres para una película de superhéroes singular y diferente estaban ahí, pero por desgracia el conflicto entre Trank y Fox da como fruto una película deslavazada, llena de secuencias en sótanos de refugios militares (nada más lejos de la grandeza cósmica de los Cuatro Fantásticos) y con un final que es, literalmente, la nada más absoluta. Una forma de arreglarlo habría sido centrarse en el origen en un primer tramo de la película y luego embarcar al grupo en una aventura a la altura de sus poderes.
Pero nada de eso sucede y, de hecho, la sensación del espectador es de que ha visto apenas el punto de partida de una película completa. Es una pena, porque el diseño de los personajes es adecuado (La Cosa es especialmente afortunada) y la película se distancia de los agotadores tropos y estructuras del cine de Marvel. 'Los Cuatro Fantásticos' es una película decididamente fallida, pero que guarda en su seno lo que podría haber sido el punto de partida para un cine de superhéroes estimulante y distinto.
Cabecera: Disney
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