Cuando la estrenaron, hace nueve semanas, ya lo dejamos claro: 'Separación' había sido toda una sorpresa. Estéticamente originalísima, con un argumento intrigante, excelentes interpretaciones y una visión del género única y, a la vez muy tradicional. Solo había que sentarse a esperar si esta producción para Apple TV+ de Ben Stiller (que también dirige varios capítulos) era capaz de mantener el interés durante toda su primera temporada.
Y así ha sido: muchos espectadores la acusarán de "lenta" a causa de los ritmos actuales de las series, obligadas a la sorpresa constante y al giro dramático tres veces por capítulo, que nos ha acostumbrado a un estilo frenético, casi histérico. Pero la dosificición de la información, el reparto de los cliffhangers y el avanzar de forma implacable en una dirección que aún desconocemos ha sido impecable.
La única pega que se le puede poner a esta perfecta primera temporada es que, con la segunda recién anunciada, habrá que esperar unos cuantos meses para saber cómo continúa esta historia que mezcla ciencia ficción vintage, thriller corporativo y drama lisérgico. Desde luego, ha acabado en lo más alto y casi garantizando que, pese a la más posible tentación, la segunda circulará por derroteros distintos a la primera. Ojalá no le pase como a la segunda temporada de 'Raised by Wolves', que también arrancó innovando para finalmente perder buena parte de la concisión y la extravagancia que hizo destacar a su primera tanda de episodios.
Sin entrar en muchos detalles, 'Separación' narra como un grupo de cuatro empleados de una misteriosa gran corporación se acoge a un tratamiento que les permite vivir una existencia en la que vida y trabajo está completamente separadas: cuando entran a trabajar no se acuerdan de su vida en la oficina y viceversa. Una distopía laboral que se resquebraja cuando un ex-compañero consigue escapar de esta vida dual.
Menos samba y más trabajar
Sin duda, lo más notable de 'Separación' es que plantea un tono y una estética que no solo no abandona, sino que amplía con ideas tan redondas y afines al mensaje general de la serie como la de "las horas extra fuera del trabajo". Todo abunda en una crítica absorbente y muy bien hilada acerca de cómo nuestras vidas están completamente devoradas por el trabajo asalariado, y la idea de partir en dos nuestras mentes no hace sino certificar esa dependencia.
También la serie encuentra una apropiada forma de multiplicar su fascinante lore de dos maneras: por una parte, con la introducción de otro departamento y la relación que se entabla entre dos de los personajes más notables de la serie, interpretados magistralmente por John Turturro y Christopher Walken.
Por otra parte, cuando descubren (de aquella manera) los orígenes y filosofía detrás de la empresa, adentrándose en una especie de siniestro parque temático sobre la figura del fundador, reproducción de sus aposentos incluida. Todos los detalles sobre lo que ha pasado en años anteriores entre esas cuatro paredes, como una guerra entre departamentos, refuerza la conexión básica con J.G. Ballard, autor esencial para prolongar la estética y la filosofía de la serie, y al que se evoca sin necesidad de citarlo explícitamente.
Muy bien tendría que salir el año y muy rebosante de obras maestras tendría que estar para que no acabemos 2022 con 'Separación' consagrada como uno de los hallazgos indiscutibles de las producciones para streaming. Afilada, estéticamente indiscutible, rebosante de mensajes subversivos, también sirve para consagrar definitivamente a Apple TV+ como una de las opciones más interesantes del panorama audiovisual.
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