La batalla entre Intel y AMD se recrudece, y cuando no es uno es el otro el que nos ofrece nuevas muestras de su potencial para lograr procesadores más potentes y sorprendentes.
En este caso ha sido AMD la que ha dado un paso singular: los nuevos procesadores de su familia Threadripper vuelven a ofrecer configuraciones bestiales con 16, 24 y 32 núcleos (y el doble de hilos de ejecución). Demos la bienvenida a los AMD Ryzen 9 3950X, 3960X y 3970X.
Los 7 nm ayudan, y mucho
La respuesta a la familia X Series de Intel ha llegado, y ha sido contundente. Los nuevos Threadripper se aprovechan de todas las mejoras que AMD ha ido integrando en sus Ryzen de tercera generación, y tanto la arquitectura Zen 2 como el proceso de fabricación de 7 nm son aquí protagonistas.
Los nuevos modelos cuentan además con 88 pistas PCIe 4.0 que dan aún más margen de maniobra a la hora de aprovecharlos con múltiples tarjetas gráficas o dispositivos de almacenamiento (los SSD de este tipo "vuelan" literalmente) que puedan aprovechar ese ancho de banda de estas conexiones.
Estos nuevos chips tienen además más caché y soportan memoria DDR4 a 3.200 MHz, y en AMD también destacan que cuentan con una frecuencia de trabajo más alta que la de sus competidores, algo que como se ve en la tabla es cierto para los i9-9980XE de Intel pero no para los inminentes i9-10980XE, aunque estos últimos "solo" cuentan con 18 núcleos y 36 hilos de ejecución.
Los procesadores más potentes de Intel tienen un IPC fantástico, pero la carrera de los cores está (de momento) perdida, y AMD está imparable en este ámbito. Fuente: CNET
No todo son buenas noticias: los nuevos procesadores hacen uso de un nuevo chipset llamado TRX40 que los hace incompatibles con las placas base actuales, y curiosamente este chipset no logra exprimir el estándar USB al máximo teórico del USB 3.2 Gen 2 de 20 GBps, llegando solo a la mitad, 10 Gbps.
Aunque el Ryzen 9 3970X es desde luego es el más llamativo, probablemente el más equilibrado de la familia es el Ryzen 9 3950X con 16 núcleos a 4,7 GHz y 32 hilos de ejecución y con un TDP contenido de 105 W. Cuenta además con el llamado Eco-Mode que permite alcanzar mayor eficiencia y bajar el rendimiento (hasta el 77% del total en ese modo) para lograr que cuando no se necesite todo su potencial funcione a 65 W de TDP.
Hay además un procesador más lanzado de postre y con una orientación totalmente distinta: el AMD Athlon 300G es "el único procesador desbloqueado en este segmento", lo que permite hacer overclocking en una sorprendente CPU dual-core con un TDP de tan solo 35 W y gráficos Vega 3 que, atención, tiene un precio de tan solo 49 dólares.
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