Oculus ya podemos considerarlo como el activador de una nueva juventud para la realidad virtual, tecnología que no es para nada nueva pero de la que siempre se ha esperado más de lo que ha ofrecido, especialmente en el mundo del juego.
Y como cabeza más visible de esta corriente renovadora de la realidad virtual con su Oculus Rift, no quieren que los aspirantes a su trono (aunque todavía no es de hecho un producto comercial su propuesta) se descuiden por tratar de llegar antes. Así que les ha lanzado un consejo o advertencia: cuidado con provocar mareo entre los usuarios.
Mirando directamente a Sony
Aunque Samsung con su Gear VR dentro de las grandes compañías, o Archos, Epson y Zeiss en una segunda línea buscando ser ante todo más asequibles, ya han planteado sus soluciones para el mercado de la realidad virtual, a quien Oculus mira de frente es a Sony y su Project Morpheus.
Al fin y al cabo estamos hablando de la compañía que está liderando la nueva generación de consolas, lo que la coloca en posición idónea para introducir el elemento de la realidad virtual en el juego de forma muy directa.
El toque de atención que Oculus ha querido dar a Sony tiene un elemento protagonista: cuidar de que el usuario no se maree al usar la realidad virtual, algo en lo que ellos ya tienen experiencia con su primer prototipo. Esa primera impresión con la tecnología, si es negativa, puede crear un rechazo en el usuario y hacer que ya no le resulte interesante. Por eso han advertido a todos los que quieren entrar en el mundo de la realidad virtual en el mercado de consumo que no saquen un producto con prisas o al menos hasta que estén seguros de que no alberga este tipo de problemas.
En la cita en el Web Summit de Dublin, Iribe (CEO de Oculus), también hizo referencias a lo contentos que están en la compañía tras la adquisición por parte de Facebook, lo que les ha permitido conformar un gran equipo de desarrollo e investigación que sin el gigante de las redes sociales hubiera sido imposible de implementar.
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