No es solo cosa de España, ojo. Europa entera se prepara para un nuevo "arreón" térmico que hará subir las temperaturas hasta los 33ºC en algunas partes del sur del país y regará buena parte de la península de noches tropicales. Todo ello a las puertas de noviembre. En plena crisis energética, estas temperaturas anormalmente altas parecen un golpe de suerte, pero hasta la suerte tiene consecuencias.
El día de la marmota. Lo curioso de este "arreón" térmico es que vuelve a replicar (casi paso por paso) la estructura atmosférica que nos dejó el récord de olas de calor en verano. Sus efectos no serán tan cálidos por las fechas, pero lo notaremos... vaya que si lo notaremos. Y es que durante toda la semana, la presencia de una borrasca en el Atlántico, encajonará una enorme dorsal que afectará a casi toda Europa Occidental. En Francia, se esperan temperaturas cercanas a los 30ºC.
A esto, hay que sumar los vientos del sur. Eso es lo que terminará de ocasionar estas temperaturas "inusualmente altas" en pleno otoño; de las que solo se librarán Galicia y la cornisa cantábrica. En el valle del Guadalquivir se esperan, con facilidad, los 32 ó 33ºC. Y en todo el sur y el este, las noches podrán sobrepasar los 20ºC sin despeinarse.
Temperaturas propias de principios de junio. Tras unos días marcados por las borrascas Armand y Béatrice que parecían que constituían la llegada del otoño meteorológico, 2022 parece decidido a sorprender a la comunidad meteorológica. Octubre va a terminar con unas temperaturas altísimas y "la inestabilidad quedará esta semana limitada a la franja más occidental de la península".
Sin lluvia en el horizonte. Como consecuencia, no va a llover de forma generalizada y eso significa que, de nuevo, la agónica sequía se va a profundizarse (y mucho) una semana más. Al fin y al cabo, las dos borrascas de las últimas semanas han dejado acumulados de más de 200-300 l/m2 en puntos de Galicia y del Sistema Central, sí; pero es insuficiente para calmar la sed del país.
Es decir, nos la jugamos a una carta: Noviembre suele ser un mes muy lluvioso en buena parte del país. Si esta mala sigue, lo que ganemos por el bajo consumo de gas, lo perderemos en agua. Y, sinceramente, cada vez está más difícil cuadrar los saldos para evitar los cortes masivos de agua potable. Sobre todo porque, de nuevo, se predice un noviembre más cálido de lo normal.
Posición de la precipitación mensual de noviembre en el cómputo anual. Fuente: César Rodríguez (Vía tiempo.com)
¿Es esta la "nueva normalidad" meteorológica? Esa, seguramente, es la gran pregunta que se hacen ahora todas las agencias meteorológicas de Europa. El temor a que 2022 no sea un 'outlier', sino el inicio de una tendencia nueva que le de la vuelta por completo al clima europeo está encima de la mesa. Lo bueno es que lo sabremos pronto; lo malo es que no estamos preparados para ello.
Imagen | wxcharts
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