La ciudad italiana de Nápoles es singular en el hecho de estar rodeada a este y oeste por dos importantes estructuras volcánicas. Al este, el monte Vesubio, conocido por haber enterrado la ciudad romana de Pompeya en fuego y cenizas hace casi 2.000 años; al oeste, los menos conocidos (pero más activos) Campos Flégeros.
Creciente preocupación. Durante los últimos meses la atención de expertos y vecinos ha ido centrándose en esta región geológica situada al oeste de la ciudad de Nápoles, al sur de Italia. El mes pasado el área vivió su mayor terremoto en cuatro décadas (magnitud 4,2) y desde entonces la preocupación ha ido en aumento. Por ahora las autoridades mantienen un nivel amarillo de aviso.
Desde entonces se han producido varios seísmos. Solo la semana pasada se produjeron 54 movimientos con una magnitud máxima de 3,6. Ayer el Observatorio Vesuviano, organismo dependiente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) italiano, dio parte de cuatro movimientos de magnitudes entre 1 y 2. Además de estos terremotos, desde el cráter Solfatara salen a la atmósfera humaredas de polvo y gas que transmiten al área el olor a azufre a menudo asociado a estos eventos.
A pesar de todo la erupción ni es segura ni mucho menos inmediata, por lo que por ahora continúa la monitorización de la situación sin la necesidad de iniciar una evacuación de los habitantes de los municipios más cercanos a esta caldera volcánica. Las autoridades sí han comenzado a tomar medidas como la inspección de numerosos edificios como forma de prevenir mayores problemas.
Primer aviso en verano. A comienzos de junio un grupo de expertos del INGV y la University College London publicaron un artículo en la revista Nature Communications Earth & Environment en el que consideraban la posibilidad de una erupción, la primera en casi 500 años.
En su artículo hablaban precisamente de cómo los volcanes que llevaban tiempo sin erupcionar, como es este caso, debían quebrar la corteza antes de poder expulsar magma. Los autores analizaban cómo este proceso de ruptura venía acompañado de variaciones en la sismicidad del entorno. Explicaban que los sucesivos episodios sísmicos ocurridos desde mediados del siglo XX podrían corresponder a esa ruptura.
De nuevo, los autores señalaban que no se podía hablar de una ruptura ni inminente ni a corto plazo, tan solo señalaban que algunas de las condiciones necesarias para esta ruptura habían comenzado a darse.
Bradisismo. Al margen de los terremotos ocasionales, los Campos Flégeros se caracterizan por otra forma de movimiento geológico: el bradisismo. El bradisismo es un movimiento subterráneo lento, que en el caso de esta área volcánica se vincula con un movimiento en vertical del suelo.
En los Campos Flégeros, desde el año 2004 la caldera ha ido elevándose a velocidad creciente. En los primeros meses de 2023 el suelo se elevaba a una razón de 15 mm al mes, pero la semana pasada alcanzó a subir 1 cm en un intervalo de tres días.
Esta no es la primera “crisis” de bradisismo de los campos en el último siglo. Pueden contarse tres crisis a lo largo del siglo XX: en 1950-1952, en 1969-1972, y la tercera en 1982-1984. Las tres crisis vieron aumentos importantes y repentinos en la elevación de la caldera, mientras que hasta ahora la primera crisis del siglo XXI parece haber sido más paulatina.
1538. La última erupción de este volcán se dio en el año 1538 y según los cálculos de los geólogos también estuvo acompañada de un aumento más o menos repentino de la elevación de la caldera.
Sabemos de otros episodios eruptivos de este volcán en la prehistoria, 26 en los últimos 5.500 años si excluimos este último de 1538. Sin embargo las mayores erupciones de este volcán, activo desde hace 80.000 años se produjeron hace 40.000 y 15.000 años.
La mayor caldera de Europa. Los Campos Flégreos no son un volcán al uso. Cuando pensamos en un volcán tendemos a pensar en el edificio volcánico, la montaña creada por la acumulación del material rocoso expulsado de debajo de la tierra. El volcán napolitano tiene forma de caldera volcánica. La que algunos consideran la caldera más peligrosa de Europa.
¿Y qué es exactamente una caldera volcánica? Las calderas volcánicas, de nuevo según explica el Instituto Geográfico Nacional (IGN), son depresiones formadas “por el colapso total del edificio volcánico durante una erupción muy explosiva”. Estas calderas pueden asemejarse en cierta medida a los cráteres que dejan tras de sí los impactos de meteoritos, con un anillo exterior en relieve y una depresión en el centro.
En el caso de los Campos Flégeros, este complejo volcánico cuenta con numerosos cráteres individuales, algunos submarinos, a lo largo de la estructura principal de la caldera volcánica. Esta caldera se extiende a lo largo de un diámetro de entre 12 y 14 kilómetros en el noroeste del Golfo de Nápoles. Su área cubre numerosas poblaciones en las afueras del área metropolitana de Nápoles, donde se estima viven varios cientos de miles de personas.
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Imagen | Agencia Espacial Europea
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