La contaminación lumínica es un problema que se lo pone difícil tanto a aficionados a la astronomía como a los profesionales de la ciencia. Y eso sin tener en cuenta los problemas ecológicos que puede generar en animales y plantas. Combatir este problema no es fácil, pero ahora tenemos una nueva arma. Un mapa.
40 metros. El mapa creado recientemente por un equipo de la Universidad Complutense de Madrid y del International Research Center of Big Data for Sustainable Development Goals (CBAS) es, tal y como explica la UCM, el primer mapa de contaminación lumínica calibrado de alta resolución de la Península Ibérica.
El mapa abarca también algunos de los territorios insulares de España y Portugal: Canarias, Madeira y Baleares. Lo hace alcanzando una gran definición: 40 metros.
Temperatura de color. Otro de los puntos que destacan los autores del mapa es el hecho de que este muestra también la estimación de la temperatura de color de las emisiones de luz. Esta variable es importante ya que las luces que tienden a los tonos azules generan más contaminación que las más cálidas, las que (paradójicamente) tienen una menor temperatura de color.
SDGSAT-1. Las imágenes a partir de las cuales se ha construido el mapa han sido captadas por el satélite SDGSAT-1 (Sustainable Development Science Satellite 1). Este satélite de la Academia China de Ciencias (CAS) fue puesto en órbita en noviembre de 2021 a bordo de un cohete Larga Marcha 6 desde la provincia china de Shanxi.
El satélite opera a una altura de 505 kilómetros, en órbita heliosíncrona. Durante las noches terrestres el satélite es capaz de captar imágenes en infrarrojo termal y destellos (glimmer).
RALAN-Map EU. El mapa ha sido creado en el marco del proyecto RALAN-Map EU. Este proyecto tiene el objetivo explícito de generar mejores imágenes nocturnas de la Tierra. El problema con las presentes, explican, es que suelen ser tomadas desde satélites con sensores monocromáticos. Como consecuencia de ello hay información relevante que se pierde, como la temperatura de color.
No es que no existan imágenes a color tomadas de la noche terrestre desde el espacio, el problema es que, como indican los responsables del proyecto, éstas suelen ser las tomadas desde la Estación Espacial Internacional. Se trata de imágenes capturadas por cámaras DSLR o similares y por los astronautas a bordo, por lo que presentan limitaciones importantes a la hora de ser utilizadas de manera sistemática.
¿Y utilizadas para qué? Tener una imagen precisa de nuestro planeta desde el cielo puede servir, continúan explicando, para diversas funciones, desde estudiar la epidemiología del cáncer hasta la protección de la biodiversidad, pasando por la seguridad ciudadana. El equipo responsable, explican en una nota de prensa, aún continuará trabajando en la mejora del mapa creado.
Problema de muchos. El problema de la contaminación lumínica es uno cada vez más preocupante. Se trata de un asunto con dimensiones ecológicas, ya que las luces pueden afectar a animales y plantas, alterando sus ciclos naturales, tanto los diurnos-nocturnos como los estacionales.
Astrónomos profesionales y aficionados están también entre los afectados por este fenómeno. La contaminación lumínica obliga a los astrónomos a buscar lugares lo más remotos posibles para instalar sus telescopios.
Este es, además, uno más en la lista de problemas a los que se enfrentan, ya que no se trata solo de la luz, también las ondas de radio pueden alterar la capacidad de algunos telescopios de captar el espacio exterior, al igual que los mismos satélites que orbitan nuestro planeta pueden también obstaculizar sus tomas.
En Xataka | Esta curiosa foto nos muestra un arco iris que esconde un problema: la contaminación lumínica
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