Aunque los medios han dejado de hablar de ella, la sequía sigue aquí. Vaya si sigue. Mientras Barcelona pide ayuda al resto del estado, mientras el campo (a lo largo y ancho de todo el litoral mediterráneo) asume que la situación es crítica y mientras Andalucía se prepara también para fletar barcos cargados de agua, los expertos empiezan a ponerse nerviosos.
"Increíble lo que está pasando". Y es que la lotería meteorológica sigue sin sonreírnos. Nuestro futuro inmediato pasa por dos "dorsales brutales" la primera de las cuales dejará "probables récords de temperaturas para un mes de diciembre en numerosas estaciones del sur peninsular" y la segunda , en torno al día 16, dejará a la mayor parte del país en el dique seco.
Como decía MeteoSureste, de momento sin lluvias generalizadas a la vista en la mitad sur.
Y sí, eso es un problema. Sobre todo, porque "hay puntos del sureste que no llevan ni 50 litros acumulados desde el 1 de junio". En esas zonas, además, la estación más lluviosa del año es el otoño y a otoño le quedan un par de semanas. Un par de semanas que pintan muy mal.
¿Cómo de mal? AEMET coincide en que vamos hacia un escenario de estabilidad atmosférica y en que eso va a tener efectos paradigmáticos. Por ejemplo, vamos a tener temperaturas más altas de lo normal; pero, por otro lado, la estabilidad va a hacer que las nieblas sean muy persistentes en las cuencas del Duero y el Ebro (eso provocará máximas bajísimas en esos sitios).
Por supuesto, las lluvias seguirán llegando (al menos hasta el anticiclón del 16) a la zona norte del país. Pero su alcance está siendo recurrentemente muy limitado. De hecho, como señalan algunos expertos, no es descartable que no veamos llover en lo que queda de año.
Y vamos a peor. Quizás lo peor es que, según la investigación que se está publicando en los últimos meses, "las megaolas de calor y las megasequías, que se esperaba que fueran típicas a finales de siglo, podrían empezar a aparecer en los próximos años". No es una exageración.
Laura Suárez-Gutiérrez, investigadora de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, señalaba en elDiario.es que "Europa puede afrontar una megasequía de cinco años a partir de 2030". Eso planeta multitud de incertidumbres, pero una certeza. Que como señalaba González Alemán, "estamos inmersos en un periodo de transición hacia algo desconocido".
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Imagen | Tomer Burg
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