En los últimos años y cada vez más menudo, el suelo del suroeste de Estados Unidos sencillamente hace crack y, sin previo aviso, se hunde rápidamente formando enormes grietas, dañando todo lo que se encuentra a su paso. No hablamos de un caso aislado: hablamos de cientos y cientos de kilómetros de grietas más que considerables.
No es algo anecdótico. El Servicio Geológico de Arizona ya ha cartografiado 272 kilómetros de grietas como estas y si sumamos a estados como California o Utah la situación se hace más preocupante.
Sobre todo, porque hablamos de un fenómeno que potencialmente puede dañar todo tipo de edificios, infraestructuras viales, hídricas o energéticas; puede causar enormes daños materiales e, incluso, poner en peligro la vida de las personas.
¿Qué está pasando? Lo cierto es que la respuesta es más sencilla de lo que parece: EEUU está sacando tanta agua de sus acuíferos que el suelo acaba cediendo bajo nuestros pies. Según el New York Times, en torno al 90% de los acuíferos útiles del país están peligrosamente sobreexplotados y, teniendo en cuenta las tensiones a las que el cambio climático va a someter a la región, muchos de ellos no parece que vayan a poder recuperarse.
Por ejemplo, como señalaba Tiago Robles en Meteored, "si las temperaturas en la cuenca del río Colorado aumentaran entre 2 y 5 °C para 2050, como se prevé, esto podría reducir el caudal del río entre un 10 % y un 40 %".
¿Esto podría pasar en España? No es una pregunta extraña. Los acuíferos españoles están en muy malas condiciones: sobreexplotados y contaminados. Dos cosas que, en climas áridos como el nuestro, van de la mano.
Mientras el que quizás es el ejemplo más claro de acuífero especialmente protegido, el de Doñana, "ha perdido más del 80% de sus marismas respecto a comienzos del siglo XX" y "más de la mitad de sus lagunas se han secado en última década", los datos de la Red Ciudadana de Medición de Nitratos, señalan que casi el 60% de las aguas subterráneas españolas está contaminado por nitratos.
El mismo Ministerio reconoce que un 40% de los acuíferos del país no cumple los requisitos de la directiva europea del agua. Y, de hecho, esto ya ha provocado que centenares de municipios dejen de tener agua potable. Así que si la pregunta es si podría pasar en España, la respuesta solo puede ser que ya está pasando.
Cuando el suelo se hunde bajo nuestros pies. Un ejemplo claro es Cazalla de la Sierra (Sevilla). Allí, más de 30 vecinos han sufrido los efectos de la sobreexplotación de un acuífero: sus casas (construidas en los 60) llevan desde 2009 teniendo problemas de grietas y a finales de 2022 el riesgo de derrumbe era más que evidente.
Pero la situación no se restringe al municipio sevillano. En 2021, un equipo internacional liderado por dos investigadores del Instituto Geológico y Minero de España, Gerardo Herrera y Pablo Ezquerro, desarrollaron un mapa mundial de hundimientos del terreno por extracción de agua subterránea. acaba de concluir el mayor estudio mundial sobre subsidencia del terreno, esto es, hundimientos del suelo por causa de la extracción de agua subterránea.
El trabajo, que se puede consultar en Science, nos ofrece una radiografía muy interesante de las zonas del país que acumulan más riesgo. No hay grandes sorpresas: aunque los problemas se concentran en las cuencas de los ríos y en las albuferas, el riesgo de hundimiento se relaciona directamente con la extracción de agua del subsuelo.
En Xataka | España tiene un problema enorme con el agua de sus embalses, pero uno aún más grande con sus acuíferos
Imagen | AZGS
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