Ayer por la noche Microsoft presentó los resultados financieros del último trimestre de su año fiscal. Se les esperaba con ganas, por ser lo primeros con la presencia de Satya Nadella, un CEO diferente, al frente de Redmond aunque su presencia en lo más alto de la pirámide no se ha dejado notar todavía en este relevo con Ballmer. Algo normal por otra parte, esto lleva tiempo.
Ahora que Microsoft ha presentado los resultados financieros toca comentar con un poco más de calma qué es lo que han estado haciendo bien y qué no. Lo que sube y lo que baja en una compañía que afronta una transición no sólo de CEO sino también su modelo de negocio. El cambio empieza a dar sus frutos.
Lo que sube: los servicios
Las buenas noticias para Microsoft es que su cambio de rumbo está dando buenos resultados y la venta de licencias de software ha aumentado. En un año se han doblado los ingresos de Office 365 y las ventas de Windows Pro, a los fabricantes, han crecido un 19%. En un trimestre, un millón de personas se han suscrito al plan de Office 365.
Lo que no especifica en Redmond es de dónde vienen las ventas de cada una. Es cierto que el software es global y puede funcionar en dispositivos muy diferentes pero no concreta si los usuario vienen más de PC de sobremesa, portátiles o tablets. Sería bastante interesante saberlo, especialmente tras el descalabro de las ventas de ordenadores el año pasado.
Sea como sea las noticias son buenas: 4,4 millones de usuarios suscritos a Home Office 365, Bing escalando y aumentando su cuota como buscador hasta llegar a un 18,6% y los ingresos de publicidad creciendo un 38% también. Microsoft está haciendo muy bien su trabajo en este nicho.
Xbox Live también sube un 17% y otra gran noticia para Redmond es que uno de sus servicios estratégicos, aunque menos conocidos para el usuario final, Azure ha aumentado sus ingresos en un 150%. Los servicios siguen siendo la clave para una compañía que en el último trimestre facturó 20.400 millones de dólares con un beneficio neto de 5.660 millones.
Lo que “baja”: la venta de dispositivos
Antes de entrar de lleno en apartado, cabe recordar que en el encabezado hay unas comillas. ¿Por qué están ahí? Muy sencillo: las ventas como tal no han bajado pero sí que han descendido el margen de beneficio que daban. ¿Una buena o una mala noticia? Teniendo en cuenta lo bien que va la parte de servicios no se puede considerar un gran mal para Microsoft.
Durante este trimestre Redmond ha anunciado la venta de 800.000 consolas Xbox 360 y 1,2 millones de Xbox One. Sin duda que la nueva generación esté vendiendo más es positivo, pero que la diferencia entre una y otra sea tan pequeña demuestra que todavía el mercado no está muy interesado, aunque Titanfall ha logrado darle un buen empujón.
Las ventas de dispositivos (esto incluye a Surface) han crecido ligeramente y han pasado de 1.402 millones a 1.973. Un aumento significativo si no fuera porque a pesar de vender más el margen se ha quedado en 258 millones, algo menos que los 393 del último trimestre. Siendo sinceros, es la única nota negativa que se le puede poner a los resultados financieros de este último trimestre.
Será interesante ver cómo afecta la adquisición de Nokia, que en teoría debería cerrarse hoy, en los resultados financieros venideros. La realidad es que los dispositivos no son a día de hoy el gran músculo de Microsoft, es cierto que las consolas son bastante mediáticas pero las ventas suponen un pequeño porcentaje comparado con el software.
Luego además tenemos accesorios y los equipos Surface con una presencia bastante discreta. En principio telefonía debería de ayudar a dar un empujón a esta pata del negocio pero es algo que queda por ver. Nadella puede respirar tranquilo al ver que Microsoft va por buen camino aunque los beneficios han descendido.
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En Xataka | Microsoft debería lanzar una Xbox One sin Kinect. De verdad.
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