TSMC está afianzando su infraestructura de fabricación de semiconductores fuera de Taiwán. La posibilidad de que en el futuro el Gobierno chino decida tomar el control de la isla ha provocado que el mayor productor de circuitos integrados del planeta se vea obligado a poner a punto fábricas fuera de sus fronteras. Actualmente TSMC tiene plantas, además de en Taiwán, en China (Tianjín y Shanghái) y EEUU (Washington). No obstante, esto no es ni mucho menos todo.
También está construyendo tres fábricas de vanguardia en Arizona (EEUU) y planea poner a punto una más en Dresde (Alemania). Una de las plantas de Arizona está en una fase muy avanzada. Debería empezar a producir chips de alta integración a gran escala durante 2024, pero no lo hará hasta 2025 debido a lo difícil que le está resultando encontrar trabajadores que acepten las condiciones laborales de la empresa.
El tercer gran pilar de la estrategia de expansión internacional de TSMC es Japón. De hecho, su idilio con este país asiático es innegable. La buena sintonía que tienen la cúpula directiva de la empresa y el Gobierno nipón, así como lo mucho que tienen en común sus culturas del trabajo, han provocado que TSMC esté finalizando la construcción de una planta de semiconductores de vanguardia en Kumamoto. Además, planea construir dos fábricas más en esta misma ubicación.
El Gobierno de Taiwán tiene algo que decir
El plan de TSMC para extender su red de fabricación más allá de Taiwán cuenta con el beneplácito de EEUU, Alemania y Japón. A estos países les interesa mucho que el mayor fabricante de semiconductores del planeta tenga plantas dentro de sus fronteras porque les ayuda a reforzar su tejido industrial en un sector crítico. De hecho, los tres han concedido a TSMC subvenciones muy jugosas para hacer frente a la inversión que conlleva la puesta a punto de una fábrica de chips de vanguardia, que puede costar hasta 30.000 millones de euros.
Wu Cheng-wen ha expresado que TSMC puede proteger su tecnología puntera en Taiwán y seguir construyendo plantas de vanguardia en suelo taiwanés
Hasta ahora la voz cantante la han llevado los ejecutivos de TSMC y los Gobiernos de los países en los que ya se está instalando, pero la Administración de Taiwán acaba de pronunciarse acerca de la política expansionista de su mayor empresa. Wu Cheng-wen, el nuevo ministro de Ciencia y Tecnología de la isla, ha apoyado las decisiones que está tomando la cúpula directiva de TSMC. No obstante, también ha expresado que esta compañía puede proteger su tecnología puntera en Taiwán y seguir construyendo plantas de vanguardia en suelo taiwanés.
Cheng-wen han insinuado claramente que la expansión internacional de TSMC es perfectamente compatible con el fortalecimiento de su infraestructura dentro de Taiwán. De hecho, en una evidente declaración de intenciones también ha defendido que el crecimiento global de la compañía no debe impedir que sus desarrollos tecnológicos más avanzados permanezcan seguros en Taiwán. Es evidente que al Gobierno taiwanés no le interesa que TSMC se lleve toda su tecnología de vanguardia y sus secretos industriales fuera de la isla. Su economía se resentiría gravemente y probablemente esta decisión no tendría vuelta atrás.
Imagen | TSMC
Más información | Bloomberg
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