El movimiento fue ejecutado a la perfección. Foto enternecedora de los felices padres con su pequeña, texto esperanzador y emotivo con sueños de un mundo mejor para las nuevas generaciones, y cómo no, una cifra aplastante: 45.000 millones de dólares que muchos entendimos que iban a ir a parar a proyectos caritativos.
La realidad es muy distinta. No necesariamente mala, cuidado. Solo distinta. Porque lo que han creado Mark Zuckerberg y su mujer Priscilla Chan no es una ONG o una fundación dedicada a proyectos de caridad. Han creado un singular mecanismo de inversión que podrá invertir en esos proyectos, pero también en otros muchos. ¿Y lo mejor de todo? Que seguirán siendo dueños de su fortuna y no pagarán impuestos por ella.
Aunque la mona se vista de seda...
La reacción inicial que causó el anuncio de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan fue el buscado por cualquier agencia de imagen y de prensa: creó un halo de bondad en el que la pareja parecía donar desinteresadamente toda su fortuna para diferentes causas caritativas. El anuncio, no obstante, era confuso y nada concreto.
Como señalaban en Gawker, Zuckerberg hablaba sin decir (casi) nada, y los objetivos de esa iniciativa no quedaba claros en ese mensaje que la pareja hizo público en Facebook el pasado 1 de diciembre dedicándole el esfuerzo a su hija Max recién nacida:
Incrementar el potencial humano trata de subir el listón de lo inmensa que una vida humana puede ser.
¿Podéis aprender y experimentar 100 veces lo que lo hacéis ahora?
¿Puede nuestra generación curar una enfermedad para poder vivir vidas más largas y saludables?
?Podemos conectar el mundo para que tengáis acceso a cualquier idea, persona y oportunidad?
¿Podemos recolectar más energía limpia para inventar cosas que no podemos concebir hoy en día protegiendo el medioambiente?
¿Podemos cultivar el emprendimiento para que cualquiera pueda crear un negocio y resolver cualquier reto para que la paz y la prosperidad crezcan?
Todas metas loables, pero vacías de contenido específico, como señalaban en ese medio, que afirmaba que este era "el sueño de un tecócrata y la pesadilla de cualquier ser humano normal". De hecho, en Gawker eran especialmente críticos y añadían "¿Qué podría esperarse del hombre que ha logrado su fortuna creando el repositorio más grande que la humanidad conoce para memes racistas y la 'comoditización' de la vida"
Las críticas de Gawker no son un caso aislado, pero como afirman algunos analistas la creación de una LLC le dará a esta iniciativa una flexibilidad que podría hacerla mucho más eficiente. En este tipo de forma de concebir ese proyecto hay un referente interesante: el de Laurene Powerll Jobs, la viuda de Steve Jobs, que hace años creó Emerson Collective con la misma estructura que la que tiene la LLC creada por Zuckerberg y su mujer.
Diferencias entre una LLC y una ONG
Aunque inicialmente no se dieron datos sobre la estructura que esa nueva fundación tendría, lo cierto es que el nombre confundía. Pronto supimos que en realidad había mucho de matemáticas en este proyecto del creador de Zuckerberg y su mujer, que habían elegido como mecanismo de esa iniciativa la creación de una LLC (Limited Liability Corporation).
¿Qué puede hacer una LLC que una ONG no puede? Pues bastantes cosas:
- Invertir en campañas políticas y participar en el debate político
- Invertir en startups de todo tipo que además tengan beneficios: esos beneficios, afirmaban en el anuncio oficial Zuckerberg y su mujer, se reinvertirán en los distintos objetivos de la LLC. Bajo la normativa vigente en Estados Unidos, las LLC pueden generar deducciones de impuestos, pero solo para fondos que son luego donados por la fundación/LLC a entidades del tipo 501(c) sin ánimo de lucro.
- Hacer donaciones a ONGs exentas de pagar beneficios, aprovechando los beneficios fiscales de las donaciones caritativas
- Las LLC no tienen la obligación tributaria de la mayoría de las fundaciones que tienen que ceder el 5% de su valor cada año.
En The New York Times citaban las palabras de Laura Arrillaga-Andreesen, una experta en filantropía que explicaba que "lo genial de tener una LLC en el mundo actual es que en primer lugar tienes la capacidad de actuar y reaccionar con tanta agilidad como necesites para impulsar el cambio. Tienes la capacidad de invertir en política, en el sector con ánimo de lucro y en el sector sin ánimo de lucro simultáneamente".
No solo eso. En The Newyorker también analizaban el esfuerzo de Mark Zuckerberg y nos recordaban que era parte de una nueva tendencia llamada "filantrocapitalismo" que tenía beneficios interesantes para los "filantrocapitalistas" -aquí mencionaban repetidamente la palabra "caridad" aunque ese término no era especialmente apropiado-:
Es importante destacar, no obstante, que todas estas donaciones caritativas tienen un coste para los contribuyentes y podría decirse que para todo el proceso democrático. Si Zuckerberg y Chan se quisieran embolsar todas sus acciones en Facebook en lugar de reservarlas para la caridad, tendrían que pagar los impuestos por los beneficios, dinero que se podría utilizar para invertir en programas gubernamentales. Si dejaran su riqueza en herencia a sus descendientes, los cuantiosos impuestos de sucesión tendrían que ser aplicados. Al hacer donaciones caritativas en forma de acciones, ellos y sus herederos escaparán de estos gravámenes.
Gates como referente
Zuckerberg ya ha realizado algunos esfuerzos muy relevantes en el ámbito de la filantropía. En 2010 donó 100 millones de dólares para mejorar el sistema educativo en Newark, pero aquel esfuerzo resultó ser un absoluto fracaso. Lo ha intentado de nuevo en 2014 donando 120 millones de dólares al sistema educativo de California, y la pareja donó 25 millones de dólares cuando se produjo la crisis de Ébola en 2014.
La Bill & Melinda Gates Foundation no es una LLC, es una organización sin ánimo de lucro exenta de impuestos que, como en otros casos como el del filántropo Warren Buffet se beneficia de esas deducciones de impuestos. En el caso de la fundación de Gates y su mujer, también hay una LLC asociada, GOOD Worldwide LLC -el sitio web redirige a la revista oficial del organismo-, a través de la cual también pueden invertir en startups dedicadas a la investigación y el desarrollo que, de nuevo, pueden tener beneficios que a su vez revierten en estas organizaciones para seguir desarrollando sus operaciones. Puede no haber ánimo de lucro, pero en realidad sí hay lucro que se vuelve a invertir en esos proyectos.
Sin embargo la Bill & Melinda Gates Foundation es una 501(c)(3), que no permite hacer donaciones políticas, algo para lo que sí estaría capacitada la LLC de Zuckerberg y su mujer, que han dejado claro que quieren participar en el debate político aunque según portavoces de Facebook Zuckerberg no ha realizado donaciones a los actuales candidatos a la presidencia. Como señalaban en FastCo, Zuckerberg no es el próximo Bill Gates. Al menos no de momento.
No me lo creeré hasta que no lo vea
Esperamos lo mejor de este esfuerzo de Zuckerberg -que explicaba por qué había elegido esa estructura empresarial en una actualización a su post del lunes-, pero lo cierto es que sus proyectos previos no han sido especialmente convincentes. El más destacado es desde luego internet.org, que Zuckerberg puso en marcha en agosto de 2013 para ofrecer conectividad a internet gratuita en países en vías de desarrollo -su opinión sobre la neutralidad en la red es también curiosa- pero que no tardaría mucho en ser visto como un disfraz filantrópico de Facebook para seguir ganando usuarios.
Ese esfuerzo podría ser considerado como heredero de propuestas que Bill Gates había hecho en el pasado al tratar de destacar la importancia de la conectividad en nuestro mundo. Mucho ha llovido desde aquello y desde entonces las prioridades han cambiado para el que fuera máximo responsable de Microsoft.
De hecho Gates concedió hace unos años una entrevista al Financial Times en la que este medio le preguntaba si la conectividad a internet era más importante que, por ejemplo, encontrar una vacuna para la malaria. Gates lo dejó claro "¿Internet como prioridad? Eso es una broma". Sin embargo el co-fundador de Microsoft tuvo palabras de elogio dedicadas a la iniciativa de Zuckerberg y su mujer:
Comunidad no es simplemente una palabra para Mark y Priscilla, es un valor clave. Estoy deseando ver lo que consiguen, no solo con su riqueza, sino con su ejemplo, su ingenio, su creatividad y su visión aplicada a algunos de los retos -y oportunidades- más importantes de nuestra era.
Nosotros también lo estamos deseando, Bill. Nosotros también lo estamos deseando. Pero como decían en The New Yorker, "Claro que sí, alabemos a Zuckerberg y Chan por su generosidad. Y saludemos también a Gates, que inició esa tendencia. Pero al contrario de lo que se suele decir, a este caballo sí que debemos mirar de cerca su dentado". Desde luego que sí.
En Xataka | Zuckerberg: 'el futuro es que pensarás en algo y tus amigos lo podrán experimentar al instante'
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