WeWork es una de esas startups considerada como un unicornio de Internet, una popular empresa de coworking que ha conseguido obtener un valor de 20.000 millones de dólares, y que factura alrededor de 1.000 millones al año. Ahora quieren reforzar sus intentos de ampliar horizontes en otros campos dentro del mundo tecnológico, y una de sus últimas paradas ha sido hacerse con parte de la empresa vasca Wavegarden.
Tal y como le ha confirmado la propia empresa al Wall Street Journal, se han hecho con una gran parte de la empresa guipuzcoana, aunque no se ha dado ninguna cifra del coste de la operación. Wavegarden está especializada en la creación de piscinas con olas artificiales, y lleva tiempo sonando para ayudar con su tecnología en los Juegos Olímpicos de Tokyo. La operación se realizó el año pasado, pero hasta hoy no se ha hecho pública.
Concretamente, su tecnología sería útil en las pruebas relacionadas con el surf. Estas se realizarán durante el mes de agosto cuando se celebren los Juegos en 2020, mes en el que hay bastantes posibilidades según han dicho desde la empresa de que no haya las suficientes olas. De hecho, la empresa también saca pecho de que muchos equipos olímpicos entrenan en sus instalaciones.
Los guipuzcoanos cuentan con una cartera de proyectos con una veintena de instalaciones, cada una de las cuales podría rondar los 14 millones de euros según el WSJ. Su última gran presentación fue la Wavegarden Cove, una instalación de demostración en su centro de I+D de Euskadi, y donde en un espacio de 50x80 metros se generan 1.000 olas por hora.
No queda claro cómo encajarán junto a una empresa de coworking. Pero tampoco es este el único movimiento de WeWork, que según el WSJ también ha realizado otros movimientos de expansión como la creación de una nueva marca de gimnasios 'Rise by We', la compra de la academia de programación Flatiron School, y el anuncio de sus planes para crear una escuela de primaria 'WeGrow' para enseñarle a los niños las virtudes de la iniciativa empresarial.
Quieren ser grandes, pero aún no saben cómo
Adam Neumann, CEO de WeWork, dijo durante una conferencia en mayo que todavía están "descubriendo cuál es el mejor tipo de empresa que quieren llegar a ser". Algo para lo que están tratando de coger "las mejores prácticas del mundo con fines de lucro y las mejores del mundo sin fines de lucro".
Uno de sus primeros intentos de expansión fue en 2014 con la creación WeLive, un proyecto para llevar la filosofía del coworking a la hora de compartir vivienda mediante lo que podríamos denominar co-vivienda que el año pasado consiguió unos beneficios de sólo el 5,1% en julio y el 3,9% en agosto, lo que les deja lejos de sus previsiones de alcanzar beneficios del 20% en 2017.
Con todo, WeWork tendrá que intentar conseguir esta expansión a otros sectores sin caer en los errores de empresas históricas que, como General Electric o Yahoo, acabaron teniendo serios problemas tras extenderse en áreas fuera de sus competencias principales. Sin embargo no todo es negativo, porque otras empresas como Alphabet son un ejemplo del éxito que pueden tener quienes consiguen triunfar en diferentes sectores.
Vía | Wall Street Journal
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