La Sonda Solar Parker ha completado una histórica aproximación al Sol, batiendo el récord de velocidad de cualquier objeto creado por humanos.
Sana y salva. La NASA detectó esta madrugada la señal de balizamiento de la Sonda Solar Parker, un tono simple para indicar que se encuentra en buen estado y que funciona con normalidad tras haber tocado la atmósfera del Sol el pasado 24 de diciembre.
Se espera que la nave envíe datos de telemetría más detallados el 1 de enero, pero por ahora sabemos que sobrevivió a su última aproximación, en la que su grueso escudo térmico reforzado con fibra de carbono alcanzó temperaturas de 1.371 ºC.
Doble récord. En Nochebuena, la nave espacial de 50 kg pasó a solo 6,1 millones de kilómetros de la superficie solar; su sobrevuelo más próximo a la estrella.
Impulsada por la asistencia gravitatoria de Venus, la sonda Parker alcanzó una velocidad récord de 692.000 kilómetros por hora, adentrándose en la corona solar lo suficientemente rápido para no caer en la estrella.
Qué hace allí. La sonda Parker está en una misión para localizar el origen del viento solar, un flujo continuo de material que emana del Sol y afecta a todo el sistema solar, predicho por el astrofísico Eugene N. Parker en la década de 1950.
Sus mediciones están ayudando a los científicos a comprender mejor cómo el material de la corona solar se calienta a millones de grados y por qué las partículas energéticas del Sol se aceleran hasta alcanzar una velocidad cercana a la de la luz.
Imagen | NASA
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