La cuenta atrás para que el James Webb observe sus primeras estrellas está en marcha. El telescopio espacial de 10.000 millones de dólares se abre camino hacia su órbita de operaciones tras un lanzamiento perfecto. Sin embargo, desde la Tierra no podremos observar su primer paseo por el cosmos debido a que el observatorio espacial no cuenta con cámaras de monitorización, también conocidas como "cámaras selfies".
Ante las preguntas de la comunidad, el perfil de la NASA del telescopio espacial James Webb en Twitter ha publicado un hilo explicando las razones por las que, a pesar de haber considerado un sistema de cámaras de monitorización para observar las etapas de despliegue del satélite, finalmente decidió descartar la idea en favor de usar sensores térmicos, mecánicos y eléctricos.
Instalar una cámara, una decisión arriesgada
No quedan dudas de que los primeros momentos del James Webb en el espacio camino al punto de Lagrange localizado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra habría sido material visual digno de ver y conservar, pero el riesgo de instalar cámaras en el observatorio era más elevado que los beneficios que estas podían brindar. El primer problema que describe la NASA en su hilo de Twitter es la luz.
El reflejo de luz en el lado que mira hacia el Sol de los espejos de oro del telescopio será tan intenso que una cámara ubicada allí tendría problemas de deslumbramiento y contraste, explica la agencia espacial estadounidense. Por otra parte, en el lado opuesto del satélite se presentará un fenómeno completamente inverso: la obscuridad total ante el objetivo de una cámara.
Otro de los problemas que enumera la NASA es el cableado. Los cables tendrían que desplegarse a través de las partes móviles del telescopio, añadiendo complejidad al sistema y aumentando el riesgo de transferencia de calor y vibración a través de ellos. Recordemos que por la distancia en la que se ubicará el James Webb, a diferencia del Hubble, no se podrá ir a repararlo si tiene un fallo.
El lugar en que ubicar las cámaras y la temperatura también son desafíos enormes. El lado oscuro del telescopio es tan frío que la NASA tendría que haber diseñado una cámara con capacidades criogénicas para que pueda funcionar en esas condiciones extremas. "Los plásticos se deshacen, encojen y agrietan, y los pegamentos no se mantienen unidos", explica la agencia.
Pero los ingenieros, antes de descartar esta opción, y recordemos que el James Webb tardó casi tres décadas en construirse, evaluaron y probaron un sistema de cámaras. No obstante, llegaron a la conclusión que esas soluciones no aportarían información significativa de control y diagnóstico para quienes operan el telescopio desde la Tierra.
Si eres una de las personas que ha estado siguiendo el progreso del telescopio a su órbita, ahora tienes las respuestas de por qué no hay imágenes de, por ejemplo, el despliegue de su escudo solar y por qué Control de misión ve animaciones y datos de telemetría en pantalla.
En cuanto a la capacidades de observación del telescopio, estas prometen sorprender. Como explica la NASA, el James Webb posee cuatro instrumentos infrarrojos que permitirán ver más allá de las estrellas y explorar las estructuras primitivas del universo para comprender mejor su origen y nuestro lugar en él.
Imágenes | NASA Webb (Twitter)
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