Ayer fue Hope de Emiratos Árabes y hoy ha sido Tianwen-1 de China. La nave espacial asiática ha conseguido entrar con éxito en la órbita de Marte, según ha confirmado la Administración Espacial Nacional de China. Con grandes objetivos por delante, Tianwen-1 estudiará durante los próximos meses el planeta vecino, un logro del que pocas naciones y entidades pueden presumir.
Cada dos años las órbitas de Marte y la Tierra se alinean para que la distancia entre ambos planetas sea la más corta posible y la que mejor se pueda aprovechar para lanzar naves de forma eficiente. Ocurrió el pasado verano de 2020, en una ventana de aproximadamente dos meses en la que diferentes naciones aprovecharon para lanzar sus naves. Ahora estamos viendo las consecuencias de eso, un total de 10 frenéticos días en los que tres países buscan conquistar Marte. El primero fue Emiratos Árabes, ahora China y pronto Estados Unidos.
Una sonda, un lander, un rover
En las últimas horas y tras viajar alrededor de 474 millones de kilómetros, la nave Tianwen-1 realizó la maniobra de entrada en la órbita de Marte. Tianwen-1 encendió el motor de control para contrarrestar su velocidad de crucero y así frenar en su entrada en la órbita. Con ello consiguió una entrada gradual en la órbita de nuestro planeta vecino. Ahora se quedará ahí durante unos meses para posteriormente proceder a descender a la superficie del mismo.
Si todo va según lo estimado, en mayo de este año la nave intentará aterrizar en la superficie de Marte. Tras analizar durante estas próximas semanas la zona de Utopia Planitia, el módulo de aterrizaje junto al rover se desacoplarán de la sonda y harán el descenso. China es la primera entidad en enviar los tres elementos en conjunto a Marte: una sonda, un lander y un rover.
El objetivo que se ha propuesto China es explorar y rastrear Utopia Planitia en busca de hielo. Se cree que la zona contiene hielo en su subsuelo y en consecuencia posibles rastros de vida del pasado. También se busca ver si este hielo sirve como un recurso potencial para misiones humanas a largo plazo en Marte.
Si tiene éxito, China se convertirá en el segundo país, después de Estados Unidos, en aterrizar y operar un rover en la superficie marciana. Una compleja hazaña que ha llevado años y hasta décadas de inversión y desarrollo. A lo largo de este tiempo China ha crecido como una de las grandes superpotencias en la exploración espacial. Entre sus logros más recientes se encuentra la llegada al lado oculto de la Luna (primer país en conseguirlo) o la intensa y fugaz misión para traer muestras de la Luna (tercer país en conseguirlo).
Vía | The New York Times
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