Imagínate un mundo en el que todo a lo que puedes aspirar a la hora de recibir imágenes en el móvil es a dibujos en ASCII y logos de 14 x 72 píxeles. Y no sólo eso, sino que para poder tenerlos tenías que gastarte dinero en enviar un SMS. Así de dura era la vida del joven moderno amante de los móviles a principios de la década pasada.
Mucho antes de que pudieses mandar fotos a través de WhatsApp, mucho mucho antes, existían servicios que se hacían millonarios ofreciéndote este tipo de servicios. Lo petaban en la tele con los tonos polifónicos, pero también ofrecían otras personalizaciones como logos e imágenes. Pero más allá de las empresas detrás de los servicios, ¿cómo eran este tipo de logotipos?
A día de hoy, poder acceder a las páginas que ofrecían estos servicios es casi imposible, y desde luego que no tengo en casa ninguna de las revistas donde también se promocionaban a veces. Pero gracias a la magia de Watback Machine hemos podido acceder a las viejas galerías de GSMSpain o Movilisto, donde hemos podido recordar cómo funcionaba todo esto.
A los que ya tenemos unos años recordar estos servicios nos traerá cierta nostalgia, mientras que a los que son algo más jóvenes les parecerá que han pasado mil años. Pero ese pequeño logo pixelado con una frase "cool" que aparecía al encender el móvil o ese dibujo ASCII que nos llegaba por SMS tenían un encanto especial.
Envía LOGO al número...
A principios de la década de los 2000 los móviles no tenían fondos de pantalla, no podías poner imágenes a todo color en un viejo Nokia 3310. La alternativa eran los logos que te tenías que descargar para instalarlos, y había varios tipos con diferentes características y tamaños que podías conseguir.
Por una parte estaban los logos de inicio, que eran los que aparecían sólo momentáneamente en el tiempo que transcurría entre que encendías el móvil y encontrabas cobertura. Eran grandes, de 48 x 84 píxeles. Luego tenías las estrellas de los móviles, los logos de operador que se ponían de fondo de pantalla. Reemplazaban a los de los operadores, y tenían un tamaño de 14 x 72 píxeles. Y por último, con la misma medida tenías los logos asociados a números de teléfono.
En las instrucciones queda todo claro. Los logos eran compatibles con móviles como los Nokia 3210, 3310 y varias docenas de otros modelos pasando por 8810 o 9110. También con algunos Alcatel como el 310, 311, 511 o 825, así como un puñado de modelos de TRIUM y los Siemens desde el ME45 hasta el A50, pasando por el C45 o A 36.
A la hora de descargarte estos logos, tenías dos alternativas diferentes. Por una parte, podías enviar un SMS con la palabra LOGO seguida del código concreto del logotipo que querías descargar. Y si lo preferías, también podías llamar a un número de teléfono y seguir las instrucciones hasta poder introducir el código numérico del logotipo que querías. Estas dos opciones podían tener tipos de código y palabras clave totalmente diferentes.
Y claro, luego estaban las temáticas, porque uno no ofrece estos servicios para bajar logos si no es con un amplio catálogo. Aunque parezca mentira, en estos minúsculos tamaños en dos colores cabía de todo, desde logotipos relacionados con videojuegos hasta los de humor, marcas, nombres, operadores, animales o incluso sexuales. Todo lo que quisieras, ahí lo tenías.
Y en cuanto a los precios, todo dependía del año que fuera y el método utilizado. Pero no eran baratos. En el 2002, conseguir un logo mediante una llamada te salía por 102 pesetas o 112 pts el minuto mas iva, aunque podía cambiar dependiendo del operador. En 2004 andaban en torno a 1,06 euros el minuto llamando desde fijo, o 1,3 euros el minuto desde móvil. Los SMS podían costar hasta 0,9 euros cada uno, y para los logos podrías tener que mandar al menos dos diferentes.
Por lo tanto, ya no sólo tenías que conformarte con unos logos pixelados en blanco y negro bastante limitados. También tenías que gastarte un mínimo de dos euros por cada uno de ellos, y si luego querías cambiarlo perdías el que tenías y lo cambiabas por otro que te comprabas.
El sistema para instalarlo era bastante sencillo. Los logos te llegaban por SMS, y al recibirlo el móvil ya te indicaba que habías recibido, por ejemplo, un logotipo de operador. Tenías tres opciones, guardarlo, mostrarlo y borrarlo. Primero podías pulsar el botón Mostrar, y si te gustaba entonces pulsabas en Guardar y se quedaba en tu móvil al instante. Y ya está, ya tienes tu nuevo fondo de pantalla a dos colores por apenas 2 o 3 euros.
Ni que decir tiene que este no era ningún tipo de fenómeno aislado, ya que pegó fuerte en todo el mundo. Había muchas páginas en las que se te ofrecían tonos de llamada de tus canciones favoritas, y todo tipo de logos con los que sorprender y personalizar tu móvil. Además, los más hábiles encontraban formas para almacenar estos logos en el ordenador paran o perder lo invertido.
E incluso había formas de instalarlos a mano en el móvil con sistemas operativos como Symbian. Estos métodos podían quedar un poco más lejos de los usuarios más básicos, pero conectando el móvil al ordenador todo era posible. Incluso, tal y como nos decís en los comentarios, había portales como el Club Nokia donde te daban facilidades para crearte tus propios logos a mano e instalarlos gratis.
También había sitio para el arte ASCII
Los móviles de principios de los 2000 no se limitaban a poder instalar logotipos de fondo de pantalla, también tenías los dibujos por SMS. Se trataba de imágenes compuestas por código ASCII que ocupaban toda la pantalla del móvil. Eran demasiado grandes para tenerlas de logotipo en el fondo de pantalla, pero podías mirarlas cuando quisieras y reenviárselas a otras personas.
En un principio había varias maneras de poder obtenerlos. Por supuesto, en algunas páginas lo podías hacer mediante los correspondientes SMS a números concretos, pero también había otras que te daban el código para luego poder utilizarlo en algún servicio de enviarte SMS automáticamente para recibirlos. Una vez obtenías el SMS con el código ASCII que componía el dibujo, ya podías reenviarlo a quien quisieras sorprender.
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