Este no era el hogar conectado con el que soñábamos, pero tampoco está nada mal

Este no era el hogar conectado con el que soñábamos, pero tampoco está nada mal
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Echar la vista atrás y repasar el imaginario de cómo imaginaban la tecnología en el siglo XX es un ejercicio de lo más interesante. Lo que ellos imaginaron para nuestros días y lo que finalmente hemos conseguido. Expectaciones contra realidad. Ciencia ficción que no siempre ha llegado a materializarse Soñamos con ello todavía, y con el deseo de cumplirlo algún día. Sueños tecnológicos que a veces son muy recurrentes, como por ejemplo el hogar conectado.

Con la introducción de la electricidad de forma masiva a la población muchos vieron en esta introducción de electrodomésticos de todo tipo un sueño: una casa donde todo estuviera conectado entre sí. Eso que ahora llamamos domótica u hogar inteligente. Un sueño muy adelantado que ahora es cuando parece que se va haciendo realidad aunque andando con mucha, muchísima, cautela. ¿Es ahora, por fin, su momento?

La domótica que soñaron nuestros abuelos

Las ferias mundiales siempre han sido espacios donde la imaginación a veces ha ido demasiado rápido imaginando cómo sería nuestra futuro. Muestras de todo el mundo donde imaginar el mañana se convertía en un denominador común de la mayoría de estas convenciones. Un futuro mejor pero que sólo se podía construir con nuestra mente.

En la feria mundial de Chicago (1934) y Nueva York (1939) empezamos a ver las primeras casas automáticas sobre ilustraciones donde nos mostraban cómo todo estaría conectado entre sí en el futuro. Parecía el futuro junto a otras invenciones que a día de hoy nos siguen pareciendo cosas del futuros. Ellos soñaban con vehículos voladores, la realidad es que a día de hoy seguimos conviviendo con esos aberrantes segways.

Smart Home Samsung CES 2014

Pasaron los años y mientras la imaginación iba más rápido que la tecnología del momento, algunos se empezaron a dar de bruces con la complejidad que llevaba desarrollar semejante idea. Jim Sutherland, un ingeniero de la Westhinghouse Electric, se dio de bruces con su ECHO IV en 1966.

Aún así hubo quien se las ingenió para montar un hogar inteligente con la tecnología de los sesenta pero más que una instalación sofisticada parecía algo más propio de una máquina de Rude Goldberg. Pasaron los años y gracias a una serie de factores lo que ahora conocemos como domótica empieza a coger forma y a ser una tendencia potencial en el mundo de la electrónica de consumo.

A finales de los noventa se empezaba a hablar con fuerza de este concepto. Sin embargo, a pesar de ello su dominio estaba acotado a los verdaderos aficionados de este mundillo y también a la gente con dinero, mucho dinero. Recordemos que por aquel entonces la tecnología seguía siendo bastante costosa y cosas que hoy usamos a diario eran todo un privilegio, sin hablar claro de cosas como las conexiones inalámbricas a internet.

La tecnología no fue suficiente para darle forma

Se hablaba de ello, y seguramente algunos recordaréis algún documental sobre casas del futuro donde alguno de sus habitantes, que además a la vez solía ser el autor, nos enseñaba su hogar conectado. Nada que ver con lo que tenemos ahora. ¿Cuál es la clave? Muy sencillo, la popularización de la tecnología y que se haya ido escalando para ser accesible a todo el mundo.

Gracias a esa reducción de costes, y a la aparición de diferentes estándares, el sueño de la domótica se fue haciendo realidad pero de una forma diferente: el proceso lo lideran a día de hoy empresas grandes que se han ido metiendo en el hogar conectado como una tendencia más de su estrategia global. Samsung, LG, Belkin, Google…y puede que dentro de poco esa lista se expanda con otro nombre muy ilustre.

Electrodomésticos conectados y con los que podemos chatear

Sabe a poco, aunque hay que darles un voto de confianza, que al final todos los sueños alrededor del hogar conectado se hayan traducido en poder controlar diferentes electrodomésticos desde un dispositivo central: un smartphone o un tablet. Decepcionante o no, fueron ellos quienes pusieron el listón muy alto, empresas como Samsung o LG apuestan por esta línea como el presente y el futuro más inmediato de nuestro hogar.

Los dos coreanos ya nos han dado unas cuantas pinceladas de cuál es su visión del hogar conectado. Una aplicación móvil para controlar el aire acondicionado desde cualquier sitio o incluso chatear con la lavadora a través de Linea. Propuestas interesantes, pero todavía algo tímidas de lo que se espera sea algo mucho más grande de lo que hemos visto hasta ahora.

Samsung parece que está empujando más en esta categoría pero desde aquel prometedor anuncio del CES donde tendríamos un hogar inteligente dentro de poco queda un trecho bastante largo. Lo único que tenemos ahora es una aplicación móvil capaz de controlar tres electrodomésticos. Conectado sí, pero bastante descafeinado.

LG

Van llegando pero de momento la principal barrera que tienen es que intenten mantener un ecosistema compuesto única y exclusivamente por los dispositivos de cada marca. Al final el mensaje es el mismo que en otras categorías: si quieres disfrutar del hogar conectado, tendrás que hacerte con todo lo que vendo, lo de nuestra competencia no vale. Y huele mal, añade un servidor.

Hay estándares de conectividad y al final la única excusa que les queda es puramente comercial. Entiendo que en un momento donde la tecnología está tan latente todos busquen hacer la guerra por su cuenta para posicionarse pero en ningún caso es la solución que desea un usuario. La domótica fracasó hace años por ser excesivamente cara. Hay que ajustarse a las demandas del usuario.

Google, de Android at Home a Nest y Dropcam

Google está metida en muchos proyectos, entre ellos la de estar más presente en el hogar. Hace tres años nos enseñó de forma muy tímida Android at Home, un proyecto que no cuajó y no avanzó demasiado. Con la compra de Nest parece que el interés por estar en el hogar se reaviva.

Queda por ver cómo lo quiere hacer, y quizá en Google I/O tengamos algunas pistas, pero parece que su objetivo no va tanto a los electrodomésticos sino en llegar más a la electrónica: equipos de música, termostatos e incluso videovigilancia. Sin ir más lejos, hace unos días se especulaba con que en Mountain View estaba planeando hacerse con Dropcam.

Sus movimientos son quizá los más difíciles de leer. ¿Para qué quiere exactamente Google Nest? Está claro que no es sólo para verlos en Google Play. ¿El internet de las cosas? De momento sigue siendo un concepto muy difuso. Esperemos que la conferencia de desarrolladores nos dé algunas pistas al respecto porque puede ser muy importante. Obviar lo que hace Google resulta imposible muchas veces.

Belkin, WeMo, Philips y el hogar conectado invisible

Aunque Belkin es conocida quizá por otros aspectos, tiene una plataforma bastante interesante para crear un hogar inteligente. Apoyado en IFTTT, nos permite automatizar un montón de procesos usando ciertos dispositivos electrónicos que tenemos conectados al hogar. Su lema de hecho es: si puedes conectarlo, puedes controlarlo.

Quizá el hecho de que no se trate de un gigante de su sector está haciendo que su paso sea menos mediático que el de otros proyectos pero es bastante útil ya que gracias al hecho de ir conectado a la corriente y de tener diferentes sensores nos permite configurar nuestra casa de un montón de formas y con una instalación que es prácticamente invisible y nada intrusiva.

Philips también decidió apostar por esta tendencia pero desde un prisma un tanto particular: la luz. Las bombillas Hue que se pueden regular de muchas formas: aplicación móvil o programando diferentes recetas desde IFTTT. Puede parecer poco útil pero por ejemplo su bombilla para despertarse emulando un amanecer en la habitación es increíblemente útil para no tener un despertar de golpe.

En cualquier caso estas dos compañías dan con una clave que personalmente me parece fundamental para entender el futuro de la domótica: que de cara a nosotros resulta prácticamente invisible. Conectamos un enchufe, enroscamos una bombilla y hacemos la configuración pertinente. Nada de obras, nada de tener que asegurarse que todo es de una marca en concreto. Fácil y sencillo, sin necesidad de comprar una casa nueva.

OpenDomo, porque también existen opciones abiertas

Si bien es cierto que las empresas están liderando la creación de los hogares conectados, los aficionados también están trabajando en esta dirección con proyectos caseros, algo más modestos, pero igual de interesantes o incluso más si tenemos en cuenta su naturaleza abierta con iniciativas como OpenDomo.

Arduino es el pivote como controlador del hogar con todos los dispositivos que se pueden conectar. OpenDomo actúa como sistema operativo funcionando en esta placa de la que ya os hemos hablado muchas veces. La documentación es bastante completa y merece la pena echarle un vistazo para ver todo lo que podemos hacer.

La domótica se quedó en un sueño pero lo que nos queda es esperanzador

A su favor tiene la versatilidad que le otorga ser un sistema operativo libre que se puede modificar de muchas formas e introduciendo elementos nuevos. No es especialmente costoso pero si algo complejo de configurar. De hecho esta es su gran barrera de entrada para muchos: vas a tener que invertir una buena cantidad de tiempo para hacerlo funcionar correctamente.

Seguramente no sea la opción que más brille en un futuro. No porque no tenga potencial sino porque seguramente quede eclipsado por las propuestas que hagan las empresas. Es lo normal, como ha pasado anteriormente con otras comunidades de desarrollo casero, pero su existencia es necesaria para demostrarnos que no sólo las compañías quienes trabajan en este tipo de tecnología.

¿Se meterá Apple también?

La gran incógnita ahora mismo es lo que ocurrirá con Apple. Se rumorea que en Cupertino también entrarán en el mundo de la domótica pero creo que antes de hacer grandes especulaciones e hipótesis sería más conveniente hacer una previsión más cauta y realista. Si se introducen, veremos esta tarde en el WWDC, será de una forma muy sutil.

Mi opinión es que si Apple decide meterse será para que sus dispositivos actúen como centro para conectarse con diferentes dispositivos. Ellos ponen la herramienta y el protocolo, pero raro, muy raro, sería que Cupertino se metiera a desarrollar nuevos dispositivos en gamas en las que tiene poca experiencia.

Cuando surgieron las primeras capturas de pantalla de Healthbook tuve una sensación similar: ellos no van a crear los gadgets sino que serán sus socios, los que ya hacen accesorios para Mac OSX y iOS, quienes crearán el ecosistema a su alrededor. De momento sólo se trata de especulaciones pero creo que es el aproximación más plausible de todos los escenarios posibles. En menos de doce horas, saldremos de dudas.

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