2018 arrancó para el profesor Neil Davies, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge, con una sorpresa de dimensiones épicas. En el sentido metafórico. Y en el más literal de la expresión. Durante un paseo con sus alumnos de doctorado por las playas de Northumberland, en el noroeste de Inglaterra, cerca de la frontera con Escocia, el grupo se topó con una roca de arenisca marcada por lo que parecía un fósil de gran tamaño. El hallazgo, confiesa Davies, fue “fortuito” y dejó al equipo intrigado. Tras meses de estudio, sus conclusiones acaban de revelarse en un artículo publicado en Journal of the Geological Society. Lo que Davies y sus estudiantes hallaron por casualidad son los restos —uno de los pocos que se conservan— de* Arthropleura*, un milpiés del Período Carbonífero del tamaño de un coche.
Con el localizado en las costas de Northumberland los científicos suman únicamente tres fósiles que muestren los segmentos del exoesqueleto de los Arthropleura, invertebrados similares a los milpiés actuales salvo por su desorbitado tamaño. “Encontrarlos es raro porque una vez que mueren sus cuerpos tienden a desarticularse”, explica Davies, quien cree, precisamente por ese motivo, que los vestigios localizados en la frontera con Escocia pueden mostrar una muda de caparazón que acabó desprendiéndose. “Todavía no hemos encontrado una cabeza fosilizada, por lo que es difícil saber todo sobre ellos”. El descubrimiento del equipo de Cambridge no es importante solo por la escasez de fósiles de Arthropleura, lo es también por sus propias características.
El fósil más antiguo y de mayor tamaño
El espécimen es más antiguo y de mayor tamaño que los otros dos fósiles que los científicos habían encontrado hasta ahora, ambos en Alemania. El segmento descubierto a unos 64 kilómetros al norte de Newcastle mide alrededor de 75 centímetros de largo, lo que lleva a los expertos a pensar que la criatura original podía alcanzar una longitud de 2,7 metros, un ancho de 55 centímetros y un peso de aproximadamente 50 kilos, medidas dignas de una serpiente pitón.
El fósil —recoge un comunicado de la Universidad de Cambridge— revela a los expertos que Arthropleura supera en tamaño incluso a los antiguos escorpiones marinos (Eurypterid), lo que los convierte en los animales invertebrado más grande conocido de todos los tiempos. La criatura data del Período Carbonífero, hace unos 326 millones de años, mucho antes de la Era de los Dinosaurios.
Aunque hoy Northumberland es una región húmeda y fresca, azotada por inviernos gélidos y con veranos suaves, durante el Período Carbonífero, cuando Gran Bretaña se encontraba cerca del Ecuador, su clima era más tropical. Invertebrados como el Arthopleura y los primeros anfibios vivían de la vegetación dispersa alrededor de los arroyos y ríos. En espécimen de 2,7 m descubierto por el equipo de Davies se localizó de hecho en el canal de un río fosilizado. Los investigadores creen que el segmento, probablemente una muda, se llenó de arena, lo que facilitó su preservación.
“Fue un hallazgo increíblemente emocionante, pero el fósil es tan grande que para llevarlo hasta el acantilado hizo falta que nos pusiésemos cuatro de nosotros”, recuerda el profesor de Geología Sedimentaria. La pieza, localizada en un bloque de arenisca en la playa de Howick Bay, donde cayó tras desprenderse de un acantilado, se extrajo en mayo de 2018 con permiso de las autoridades locales y se trasladó a Cambridge para que los investigadores pudiesen examinarla.
Durante su estudio los expertos lograron conclusiones relevantes. Los científicos creen por ejemplo que los Artropleura que solo ocuparon lugares que estuvieron ubicados en el Ecuador, como ocurrió con Gran Bretaña durante el Carbonífero; y aunque valoraban que habitaba en pantanos de carbón, el nuevo espécimen parecía preferir los boques abiertos próximos a la costa.
Una de las preguntas que intentan responder los investigadores es el porqué del enorme tamaño de los Arthropleura. Una de las explicaciones que manejan es un aumento de oxígeno durante los períodos Carbonífero tardío y Pérmico, pero dado que el nuevo fósil se localizó en rocas depositadas antes de ese aumento, los científicos creen que no puede ser la única causa.
Otra de las hipótesis apunta a su dieta, rica en nutrientes. En el comunicado de la Universidad de Cambridge, Davies explica que no hay certeza sobre qué comían los Arthopleura, pero desliza la abundancia de nueces y semillas en la hojarasca de la zona o incluso la posibilidad de que se alimentaran de otros invertebrados y vertebrados de pequeño tamaño, como los anfibios.
A la espera de arrojar más luz sobre cómo eran y vivían los milpiés gigantes —otra de las preguntas que se hacen los expertos es qué motivó su extinción en el Pérmico—, el enorme fósil localizado por Davies y su equipo se expondrá a partir de 2022 en el Museo Sedgwick de Cambridge.
Imágenes | Neil Davies
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