Los goldfish pueden conducir, aunque no como lo hacemos los humanos. Un grupo de este tipo de animales acuáticos fue entrenado para utilizar un Vehículo Operado por Peces (FOV, por sus siglas en inglés) con el objetivo de cumplir un experimento científico relacionado a sus habilidades de navegación.
Curiosamente, los peces lograron conducir el vehículo con ruedas en un entorno terrestre. Según los investigadores, esto demuestra que los peces tienen la capacidad de transferir su representación espacial y sus habilidades de navegación a entornos que son completamente diferentes a los acuáticos.
I am excited to share a new study led by Shachar Givon & @MatanSamina w/ Ohad Ben Shahar: Goldfish can learn to navigate a small robotic vehicle on land. We trained goldfish to drive a wheeled platform that reacts to the fish’s movement (https://t.co/ZR59Hu9sib). pic.twitter.com/J5BkuGlZ34
— Ronen Segev (@ronen_segev) January 3, 2022
FOV, una pecera con ruedas
El experimento se originó cuando un equipo de investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, en Israel, se propuso estudiar la capacidad de navegación de los peces en el entorno terrestre. El objetivo final del experimento era identificar si esa habilidad es una función universal o depende del entorno.
Para llevar a cabo este inusual experimento, los investigadores desarrollaron el Vehículo Operado por Peces (FOV). Se trata, básicamente, de una pecera ubicada sobre una plataforma con ruedas motorizadas, una pequeña computadora, sensores LIDAR, un mástil y una cámara.
La cámara era la encargada de detectar los movimientos del pez, y la computadora los transformaba en direcciones de navegación. En consecuencia, el FOV podía moverse de un lado a otro respondiendo a las órdenes del colorido animal acuático.
En las sesiones experimentales, se ubicaba el FOV con un goldfish (Carassius auratus) en un determinado lugar de una habitación de 3x4 m con paredes blancas. Sobre una de las paredes, el equipo colocaba un cartón rosa, que era el objetivo que el pez debía alcanzar.
Cada vez que el pez alcanzaba el objetivo, este recibía una recompensa de comida. Para sorpresa de los investigadores, después de unos días de entrenamiento, los peces navegaron solos hacia el objetivo, incluso lo hicieron si fueron interrumpidos en el camino.
El equipo dice que su investigación, publicada en la revista Behavioural Brain Research, respalda la hipótesis de que "la capacidad de navegación es universal en lugar de específica para el medio ambiente". Asimismo, señalan que los goldfish tienen la capacidad cognitiva de aprender tareas complejas en entornos diferentes.
Imágenes | Flickr | Universidad Ben-Gurión del Néguev
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