Hace poco hablábamos de cómo IBM había logrado doblar la capacidad de su computador cuántico y llegar a los 65 qubits, pero esa cifra va a quedarse muy pequeña en pocos años.
La empresa ha publicado por primera vez su hoja de ruta en este segmento, y su propósito es el de -como mínimo- doblar anualmente esa capacidad para lograr superar los 1.000 qubits en su computador cuántico a finales de 2023. Esa mejora, por cierto, no vendrá sola.
Tener más qubits solo es parte del futuro
En IBM han indicado que pretenden contar con un computador cuántico de 127 qubits el año que viene, pero habrá un salto aún mayor en 2022, cuando esperan casi cuadruplicar esa capacidad y llegar al os 433 qubits.
Para lograrlo sus ingenieros están desarrollando un regrigerador de disolución capaz de contener las temperaturas de estos chips, cada vez más grandes, y además crear la tecnología capaz de combinar la potencia de todas esas unidades de forma similar a la que lo hacen los sistemas multiprocesador actuales.
Darío Gil, director de IBM Research, explicaba en TechCrunch cómo a finales de 2023 esperan tener un computador cuántico de 1.121 qubits que permitirá ofrecer ventajas notables en este campo, pero sobre todo una fundamental: la reducción de la tasa de error.
Tasas de error, interconexiones y algoritmos cuánticos en el punto de mira
Este es uno de los grandes problemas de la computación cuántica. La tasa que se maneja en la actualidad ronda el 1%, una cifra que podría parecer pequeña pero que en muchos ámbitos resulta insostenible. Con este tipo de computador cuántico, afirma Gil, se persigue reducirla al 0,0001%.
No solo eso, explica este directivo: los computadores cuánticos que encierran esas "neveras" cada vez serán más grandes y necesitarán interconectarse para trabajar juntas, algo que no es en modo alguno trivial.
A eso se le suma otro reto: el de desarrollar algoritmos cuánticos que se adapten a este nuevo tipo de computación. Los planteamientos clásicos no son ideales para este tipo de computadores, señala Gil que indicaba cómo al trabajar con estas máquinas, los desarrolladores accederán probablemente a "bibliotecas de circuitos cuánticos", utilizando el concepto de circuitos en lugar del de qubits.
De hecho, parece que la visión de IBM es la de contar no con un único procesador cuántico, sino con diferentes diseños y topologías que se adapten a cada situación. La prometida revolución de la computación cuántica parece estar aún lejos -sobre todo cuando entender cómo nos puede ayudar ya resulta complejo de por sí-, pero parece que IBM tiene claro que esa revolución tendrá lugar.
Vía | TechCrunch
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