La primera película de la saga Indiana Jones concluye con el “arca perdida” dentro de una caja perdiéndose entre un almacén tan grande que parece no acabar nunca. Pues bien, parece que los almacenes de los museos ingleses son finitos. Y su espacio se está acabando.
Los arqueólogos británicos están preocupados según informaba recientemente la BBC. El motivo es que los museos ingleses se están quedando sin espacio par albergar artefactos arqueológicos. Los artefactos para los que los museos
La llamada de atención viene por parte del Arts Council England, una institución pública que recientemente encargó un informe para analizar opciones sostenibles en el ámbito de los archivos arqueológicos. La conclusión de dicho informe: a la velocidad que se llenaban estos archivos queda poco para su llenado.
Algunos museos han llegado al punto de rechazar artefactos al no poder almacenarlos. “El tiempo apremia: tenemos cuatro o cinco años hasta que empecemos a ver problemas masivos” explicaba a la BBC Barney Sloane, de Historic England, otra de las instituciones encargadas del informe. Aunque dicho informe se centrara en Inglaterra, también se advierte que el problema es semejante en el resto de las naciones constituyentes del Reino Unido (Escocia, Gales e Irlanda del Norte).
Uno de los motivos que señalan los británicos de este colapso es el de una gran cantidad de obras en infraestructuras que están desvelando yacimientos arqueológicos de mayor o menor valor. El hecho de que la mayor parte de museos en el país no cuenten con expertos en arqueología también limita la posibilidad de que los museos digan sí cuando las constructoras les ofrezcan sus hallazgos.
En este contexto las obras acaban quedando en manos de contratistas arqueológicos, empresas que se han convertido casi en museos. Es en estas empresas en quien se delega, en primer lugar, el encargarse de la conservación de los artefactos hasta que lleguen a manos de una institución museística.
También ejercen de museo en tanto encanto algunas han llegado a abrir las puertas a los expertos para su análisis. Lo que ya queda fuera de su alcance es la exhibición al público de las piezas, otra de las funciones clave de los museos.
La ironía podría parecer evidente: el país más a menudo en el ojo del huracán por haber “importado” una inmensa cantidad de objetos no tiene espacio para almacenar su propio patrimonio arqueológico. “Una solución novedosa al problema del almacenamiento ha sido poner los hallazgos donde estaban” comenta la pieza de la BBC. Por supuesto no habla de devolver piezas arqueológicas a sus países de origen, sino a almacenarlas bajo tierra.
Lo cierto es que es poco probable que la devolución de piezas pudiera darse de manera tan rápida como para aliviar los problemas de espacio en los museos del Reino Unido. Prueba de ello son algunas devoluciones recientes realizadas por parte de estas instituciones.
Un ejemplo hace tan solo un año con la devolución de un Moai del Museo Británico o la devolución de una colección de 72 artículos a Nigeria por parte del museo Horniman hace unos años. Son solo dos pasos en una tendencia global para descolonizar los museos, pero es tan solo un grano en un montón de arena: solo la colección del Museo Británico incluye la friolera de 8 millones de piezas.
Todo indica que el Gobierno británico tendrá que sacar la billetera para financiar nuevos espacios de almacenamiento si no quiere poner en riesgo su propio patrimonio arqueológico.
Imagen | Ham, Commons
Ver 26 comentarios