Ante la alta tasa de falsas alarmas provocadas por los sistemas domésticos de detección de incendios, investigadores del grupo Sistemas Electrónicos y Mecatrónica de la Universidad de Huelva (UHU), en colaboración con la empresa sevillana Ontech Security, ha desarrollado una alarma que mejora la eficacia del resto siendo capaz de distinguir qué tipo de humo está detectando.
Los detectores de incendios domésticos habituales suelen contar con un único sensor de humos que les impide distinguir bien si están ante un incendio o ante otros tipos de humo como el de los cigarrillos o el vapor de agua. El nuevo sistema español cuenta con varios tipos de sensores, por lo que aseguran que puede distinguir el tipo de humo para decidir si nuestra casa está en peligro.
Detectando el tipo de incendio
Este nuevo sistema cuenta con un amplio repertorio de sensores con los que es capaz de medir el humo, la temperatura o el monóxido de carbono. Además, el tiempo que tarda en determinar que hay un fuego varía dependiendo de ese tipo de humo o fuego que está detectando, lo que en conjunto aseguran que ayuda a reducir la tasa de falsas alarmas.
Según ha explicado el investigador Juan Antonio Gómez Galán, de la Universidad de Huelva, existen dos tipos de fuegos dependiendo de su combustión es rápida y lenta. Su sistema "combina tecnologías que tienen en cuenta el tipo de fuego" al que se está enfrentando, y calibra el tiempo de detección de su alarma dependiendo de este.
La manera de detectar el fuego puede cambiar dependiendo de dónde se encuentre el sensor. No es lo mismo una habitación que un garaje, y por eso los investigadores también han desarrollado un algoritmo que permite que el detector de humos calcule su ubicación y la altura a la que se encuentra para calibrar su sensibilidad dependiendo de dónde se haya instalado.
Una autonomía de cinco años
Otra de las ventajas que los investigadores le atribuyen a su nuevo sensor es que le permitirá a los usuarios ahorrarse un pico reduciendo los costes de su instalación. Para conseguirlo, los nodos del sistema son inalámbricos y se comunican con la centralita de control mediante radiofrecuencia. De esta manera no habrá que andar ni taladrando ni pasando cables.
Los dispositivos están dotados de unos circuitos electrónicos de bajo consumo, y también se ha implementado un protocolo de comunicación que hace que los detectores puedan hibernar cuando no se detectan humos, y que vayan administrando su energía despertando cada ciertos intervalos de tiempo para hacer mediciones periódicas.
Esto hace, según los investigadores de la Universidad, que las baterías de sus detectores sean capaces de ofrecer una autonomía de hasta cinco años. Además, los usuarios podrán comprobar el estado de estas baterías desde su smartphone, y recibirán notificaciones cuando alguna de ellas esté a punto de agotarse.
De momento este sistema de detección de humos es sólo un prototipo que ya ha sido descrito en un artículo en la revista Sensors. Los investigadores ahora están trabajando en encontrar maneras de mejorar sus características y robustez de cara a tener un producto final preparado para el segundo semestre del próximo año.
Vía | Agencia Sinc
Imagen | Kai 'Oswald' Seidler
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