Nuestro orden social se compone de mitos y leyendas ampliamente aceptados. Una copa de vino al día es buena para la salud, un año perruno equivale a siete años humanos, tienes cinco segundos para llevarte a la boca comida caída en el suelo. Y otro que hemos llevado a rajatabla durante años: hay que caminar 10.000 pasos diarios para disfrutar de una vida larga y saludable. Lo sabes tú, lo sabe tu madre, lo sabe Google y lo saben un montón de científicos que han estudiado el asunto a conciencia.
Porque lo saben, ¿no?
Desmontando mitos. Pues resulta que no. Como veremos unos párrafos más adelante, hace mucho tiempo que los 10.000 pasos entraron en la categoría de "mito" no verificado, pero hoy la ciencia ha tenido a bien confirmarlo. Un estudio publicado en JAMA ha descubierto que el número de pasos diarios óptimo ronda los 8.000 y que a partir de ahí los efectos en nuestro organismo son discretos. Muy discretos. Sí: llevas años dando 2.000 pasos de más que nadie te va a devolver.
El procedimiento. Los autores seleccionaron a 2.110 participantes de entre 38 y 50 años, les entregaron un acelerómetro y midieron su número de pasos diarios durante diez años. Su actividad se clasificaría entres categorías: "baja" para quienes anduvieran menos de 7.000 pasos; "media" para quienes caminaran entre 7.000 y 9.000; y "alta" para quienes superaran los 10.000. Una década después recogieron los datos y observaron que aquellos que dieron al menos 7.000 pasos diarios tenían entre un 50% y un 70% menos riesgo de muerte prematura por cuestiones de salud.
Culpa a Japón. Hace dos años, una epidemióloga de la Universidad de Harvard se propuso encontrar el origen de los dichosos "10.000 pasos". Su estudio arrojó luz sobre la información imperfecta que a menudo manejamos los humanos en nuestro día a día. La cifra provenía de una campaña de publicidad lanzada en 1965 por Yamasa Clock and Instrumens, fabricante japonés de podómetros. Bautizaron a su producto como "medidor de 10.000 pasos"... Sólo porque el caracter del alfabeto japonés para el número 10.000 (万) se parece a un señor caminando.
Ha durado. Como ya vimos, el anuncio fue exitoso porque uno de sus impulsores, Yoshiro Hatano, académico en la Universidad de Salud y Bienestar de Kyushu, aprovechó la resaca de los Juegos Olímpicos de 1964 para impulsar un estilo de vida más activo y saludable. Por aquel entonces el japonés medio andaba unos 4.000 pasos diarios. Hatano pensó que promover una cifra mucho más redonda y llamativa, 10.000, les ayudaría a ponerse en marcha (y a vender más podómetros).
Menos pasos. Otros trabajos ya habían ilustrado en el pasado cómo los 10.000 pasos eran demasiados, y cómo mantener nuestra actividad diaria en torno a los 7.500 (unos 4,5 kilómetros) era más que suficiente y beneficioso. Nadie pone en duda el impacto positivo de moverse a diario. Andar como actividad saludable no es una leyenda y tiene efectos perdurables y muy saludables. Sí lo es la cifra mágica, sabiendo como sabemos que algunos excesos de actividad se compensan comiendo más.
Imagen: sk/Unsplash