Buenas noticias para todos los amantes de la exploración espacial: este fin de semana el Curiosity, el rover de la NASA que lleva más de mil días paseando por la superficie de Marte, ha enviado nuevas fotos. La espectacularidad de las mismas y lo alucinante de los paisajes retratados ha provocado que el pequeño legado fotográfico del Curiosity se convierta en un fenómeno viral. No es para menos. Las imágenes son flipantes.
Best. Road trip. Ever. Feast your eyes on the Martian landscape. https://t.co/7FCAmM1EgY #JourneytoMars pic.twitter.com/UaQvyoSOSU
— Curiosity Rover (@MarsCuriosity) 9 de septiembre de 2016
Nuestro pequeño amigo ha enviado otras tantas fotografías de Marte con anterioridad, pero pocas contienen la silente belleza de las desveladas por al NASA el pasado sábado. La quietud inmortalizada por el Curiosity, sin embargo, encuentra un sospechoso, feliz y alucinante parangón en otros lugares de la Tierra. Pese a que nuestro planeta contiene (bastante) más agua y vida que Marte, las similitudes entre ambos objetos celestes son amplias. Y es posible encontrar rincones en la Tierra similares a Marte.
Como ejemplo, aquí va una pequeña recopilación de paisajes marcianos a distancia de avión.
1. El desierto de Atacama, en Chile
Un clásico. Las condiciones extremadamente secas del desierto de Atacama, situado entre dos cadenas montañosas que le aislan de la humedad de los océanos, depara en un paisaje maravilloso y rocoso, de colores cobrizos y anaranjados. Carente de lluvias durante larguísimos periodos de tiempo y de niveles considerables de humedad, al paisaje marciano hay que unir unas vistas celestes absolutamente incomparables.
2. La Isla de Devon, en Canadá
O "Mars on Earth", como se conoce al proyecto de investigación científica desarollado en la isla de Devon, al norte de Canadá. Se trata de la isla no habitada más grande del planeta, y sus condiciones climáticas extremas impiden que haya restros reseñables de vida en su interior. La NASA cuenta con una misión allí que sirve a modo de pruebas experimentales de futuras y más desarrolladas expediciones a Marte.
3. El volcán de Haleakala, en Hawaii
Tan gigantesco como estremecedor, el volcán de Haleakala, en Hawaii, es otro de los lugares clásicos a la hora de comparar la superficie de Marte con la de algunos puntos de la Tierra. Su altura le convierte en un lugar privilegiado para la observación del cielo, y en su cima hay un observatorio espacial. No es un volcán inactivo, aunque ha entrado en erupción tres veces en el último milenio. De hacerlo de nuevo, adiós, Marte en la Tierra.
4. El Parque Nacional del Teide, en España
La singular altura del Teide, otro volcán de aspecto marciano, le emparenta directamente con los paisajes áridos, rocosos y carentes de vegetación de nuestro planeta vecino. El Parque Nacional del Teide es hoy una de las reliquias de las Islas Canarias y un destino preferente para todo aquel que desee conocer los puntos de la Tierra más extraordinarios y raros. Alrededor de 3 millones de personas lo visitan cada año.
5. Los Valles Secos, en la Antártida
Yup, la Antártida. Aunque el paisaje acostumbra a estar cubierto de nieve y hielo, cuando el verano induce al deshielo se descubre el impresionante paisaje marciano de Los Valles Secos, también utilizados por la NASA para diversas pruebas y experimentos. Un cúmulo eterno de valles y montañas de roca gris, las imágenes aéreas y a pie de tierra de Los Valles Secos, cuando el hielo se evapora, son muy similares a Marte.
6. Wadi Rum, en Jordania
Si el aspecto de Wadi Rum es sospechosamente familiar se debe a que aquí se rodó gran parte de The Martian, la película que de forma reciente de mejor modo ha abordado la exploración humana de Marte. Se encuentra en Jordania, y las montañas rocosas y los valles de aspecto arcilloso son quizá la imagen más vívida que los humanos podemos tener en la Tierra de Marte. O de lo que sucedería si, de repente, nos quedáramos sin agua.
7. Chott el Jerid, en Túnez
Y de The Martian a Star Wars: Chott el Jerid, en el corazón de Túnez, no es otro lugar que Tattooine, el planeta de origen de Luke y Anakin Skywalker. Su aspecto es menos marciano que el jordano: las enormes formaciones rocosas se ven sustituidas por una extensa planicie salada que ocupa el lugar de lo que antaño fue una laguna endorreica, hoy desecada. Y sin embargo, todas sus imágenes evocan la soledad y lo salvaje del paisaje marciano.