Este último viernes Cinesa abría de manera formal los 45 cines (y 535 pantallas) que posee en España. Antes que la cadena diferentes grupos y salas independientes han reabierto sus puertas, aunque a día de hoy sólo el 34% de las salas en activo. En resumen, este fin de semana ha sido lo más parecido, en cuanto a exhibición, a un finde de “nueva normalidad” en tiempos de Covid-19 que hemos vivido hasta la fecha. El Comscore fílmico arrojaba las cifras de la taquilla de este fin de semana. El Top 5 ha recaudado 299.000 euros. El mismo finde de 2019 estaba recaudando 8.161.000 euros.
TOP 5 Weekend Provisional
— ComscoreMoviesSpain (@cSMoviesSpain) July 6, 2020
1-Zapatos rojos y los siete Trolls €105k
2-La Lista de los deseos €57k
3-Onward €54k
4-Unplanned €42k
5-The Gentlemen. Los señores de la mafia €41k pic.twitter.com/Dx4dL6lyPR
El cine como parroquia ha muerto. Sí, son cifras para que se caiga el alma a los pies. Y también la constatación de una tesis obvia a ojos de cualquier persona de la industria, pero que ha podido ser corroborada por primera vez por las anormales circunstancias: ese tipo de cinefilia que se acerca a los cines de forma habitual a ver lo que echan, como se había hecho en el pasado durante décadas, y no movido por las películas-acontecimiento, son ya testimoniales. Un tipo de público con el que no pueden contar para hacer caja ni las cadenas de salas ni los estudios, grandes o pequeños.
Ojo, 2020 no es 2019. Por supuesto aún queda mucha, mucha gente, entre ellos seguro muchos amantes del cine, que han decidido posponer estas escapadas no esenciales a mejores momentos por responsabilidad social. ¿Cuántos? No lo sabemos, pero desde Webedia hemos hecho una encuesta virtual y el 70% de nuestros entrevistados se manifestaban como dispuestos a acudir a las salas durante el primer mes de reapertura, tan pronto acomo briesen los cines. Está claro: algo está reteniendo a mucha gente a acudir a las salas.
Por eso, para entender qué ha pasado, hay que tener en cuenta que lo que se está estrenando es también un factor fundamental para entender la foto. Si el año pasado copaban el top Spider-Man: Lejos de casa o Toy Story 4, ahora lo hacen Zapatos Rojos y los Siete Trolls y La lista de los deseos. Es decir, lo que parece un título infantil más propio del “directo a plataformas” y un drama ligero de los que sólo funciona ya en las salas pequeñas.
El año que todo se quedó en el cajón: sí, faltan los blockbusters. Falta Hollywood. En un primer momento el verano de carteleras iba a arrancar con Mulán y Tener, que se iban a estrenar el 24 y el 31 de julio respectivamente. Las nuevas fechas son 12 de agosto para lo de Christopher Nolan y 21 de agosto para la superproducción de Disney.
Este tipo de vehículos del entretenimiento que cuestan entre 200 y 225 millones de dólares, sin contar el gasto en publicidad, sólo es rentable si consigue una asistencia arrolladora en salas los primeros fines de semana en sus principales mercados, y eso significa que el thriller sobre alteraciones temporales y la adaptación a imagen real del cuento oriental necesitan arrasar tanto en China como en Estados Unidos. Los primeros no quieren que su país sea el primero en dejar imágenes de cines llenos, y los norteamericanos se encuentran en un punto pandémico al borde del nuevo cerrojazo. Solución: los cines de todo el mundo tendrán que esperar, y hasta que las majors no reactiven el mercado es dudoso el empuje que se conseguirá reestrenos como Cinema Paradiso o Apocalypse Now: final cut mediante.