En Bélgica las autoridades han pedido a sus ciudadanos que no se coman el árbol de Navidad. Y tienen buenos motivos

  • La agencia alimentaria del país ha lanzado un aviso sobre los riesgos de convertirlos en aperitivos

  • La medida se toma después de que Gante propusiese una forma peculiar de reciclar los abetos

Yuio
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No hace ni una semana que se acabaron las Navidades, así que quizás tengas aún por casa, arrinconado en una esquina del salón, en la terraza o el recibidor, un bonito árbol cargado de espumillón y bolas doradas. Si es así, presta atención: no te lo comas. No importa cómo de apetitoso parezca o las recetas que hayas visto en TikTok. Es una advertencia extraña, pero resulta muchos menos descabellada de lo que podría parecer. De hecho, el martes la agencia que se encarga de velar por la seguridad alimentaria en Bélgica (FASFC) lanzó un aviso similar entre sus ciudadanos.

Y tenía motivos para hacerlo.

¿Y qué hago yo con este árbol? Forma parte del ritual de las fiestas. Cada año montamos (antes) el árbol de Navidad. Y cada año, en enero, nos toca desmontarlo. Quienes usan árboles artificiales los meten en su caja y los envían al desván, pero la cosa se complica en las casas que usan abetos o pinos reales.

¿Qué hacer con ellos? ¿Hay alguna forma de reaprovechar el árbol de Navidad y minimizar la generación de residuos? Hace poco el Ayuntamiento de Gante, en Bélgica, se hizo esas preguntas y su conclusión fue cuanto menos curiosa: sí, podemos comérnoslo.

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¿Cómo que comérnoslo? El mensaje original de Facebook ya no está disponible, pero de él se han hecho eco Politico, The Guardian, The New York Times o Euro News, entre otros medios que nos permiten conocer su contenido.

Básicamente, el Ayuntamiento lanzó una publicación en la que aseguraba que un árbol de Navidad "es comestibles siempre que no sea un tejo o haya sido tratado con un spray resistente al fuego". En su web oficial el Consistorio de Gante publicó además una pequeña entrada titulada "Cómete tu árbol de Navidad", frase que retocó más tarde para que resultara menos contundente.

¿Y qué pretendía? Lo de que nos zampemos el árbol de Navidad suena raro, pero lo cierto es que las autoridades gantesas tenían sus razones para plantearlo. El post que aún conservan en su web lo aclara. Su idea inicial era orientar a los ciudadanos sobre qué hacer con las "sobras" que dejan las fiestas.

Entre otras cuestiones, desgranan trucos domésticos para reciclar verduras y carne o preparar encurtidos. Incluso asesoran sobre qué podemos hacer con aquellos regalos que no nos convencen. El problema llega cuando el Ayuntamiento habla de los árboles de Navidad.

Al llegar a ese punto el organismo lanzaba una idea peculiar: "Cómete tu árbol". La frase ya no está disponible, pero el post habla aún de cómo los escandinavos han hecho un hueco a los árboles de Navidad en su gastronomía. "De verdad, en Escandinavia lo hacen desde hace mucho tiempo", insiste el post antes de explicar cómo tratar las agujas de las ramas de los abetos para elaborar una suerte de crema para untar en tostadas. El artículo incluso incluye un link de Foodies con más ideas para aprovechar las agujas de pino.

¿Buena idea, no? Pues no. No al menos para la Agencia Federal de Alimentos de Bélgica, la FASFC, que no ha tardado en lanzar un aviso en el que aclara que lo de convertir partes de nuestro árbol de Navidad en aperitivos quizás no sea tan buena idea. Y el motivo es muy sencillo: no están pensados para eso. "Los árboles de Navidad no están destinados a terminar en la cadena alimentaria", recordaba este martes la portavoz del organismo, Hélène Bonte.

"Consecuencias graves". Precisamente por eso y con el fin de prevenir la aparición de pulgones, los árboles ornamentales suelen recibir tratamientos especiales con ciertos productos químicos, incluso insecticidas, que no los hacen muy compatibles con la alimentación. "Solo por esa razón, la FASFC no puede estar de acuerdo con este tipo de iniciativas", insiste el organismo belga en declaraciones recogidas por Politico.

A ese problema se suma otro igual de grave. A la gente puede no resultarle fácil percibir a simple vista si su árbol ha sido o no tratado con productos retardantes para las llamas o identificar si lo que tiene delante es una especie que “puede tener consecuencias graves, incluso fatales” para quien lo coma. Bonte recuerda además que no tiene por qué ser lo mismo un árbol de Navidad que se ha cultivado comercialmente con ese fin que los pinos que se utilizan en las recetas nórdicas tradicionales.

"Completamente diferentes". "Las agujas de los pinos de la naturaleza virgen de los países del norte son completamente diferentes a los de los árboles cultivados para Navidad", recalca la portavoz de la FASFC. Aunque Gante no tiene tanta población como Bruselas o Amberes y el anuncio se hizo en su página web y redes, la agencia de seguridad alimentaria belga consideró que el tema era lo suficientemente serio como para emitir una advertencia a comienzos de esta semana y dejar su postura clara.

"No existe una manera sencilla de que los consumidores sepan si los árboles de Navidad han sido tratados con retardante de llamas, y no saberlo podría tener consecuencias graves, incluso fatales", subraya. "No hay forma de garantizar que comer árboles de Navidad resulte seguro, ni para las personas ni para los animales".

Un paso atrás navideño. Si la FASFC reaccionó a la iniciativa del Ayuntamiento de Gante, las autoridades locales no se han quedado atrás. Ya no se puede consultar su publicación original en Facebook y medios como Euro News o Agence France Presse aseguran que la ciudad modificó también su entrada original en su web, cambiando el titular "Cómete tu árbol de Navidad" por la fórmula mucho más comedida de "Los escandinavos se comen sus árboles de Navidad".

No solo eso. Quienes leen ahora el post se encuentran con una anotación que advierte de que "no todos los árboles de Navidad son comestibles" y la idea entraña ciertos riesgos.

"No lo confunda con el tejo, ya que es venenoso. Tampoco son comestibles los abetos y pinos que hayan sido tratados, por ejemplo, con aerosoles ignífugos o pesticidas", aclaran las autoridades municipales, que recuerdan de paso que la Agencia Alimentaria "desaconseja comer agujas de árboles de Navidad".

Imágenes | Stad Gent y Frames For Your Heart (Unsplash)

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