El pasado 2 de diciembre la Administración liderada por Joe Biden asestó uno de sus mayores golpes a la industria de los circuitos integrados de China. Su tercera gran ofensiva en este ámbito persigue limitar drásticamente la llegada al país de Xi Jinping de los equipos de fabricación de chips que necesita para producir semiconductores de alta integración, así como de circuitos integrados de vanguardia. Y para lograrlo este paquete de sanciones colocó en la lista negra de EEUU a nada menos que 140 empresas chinas.
De hecho, estas prohibiciones están dirigidas prioritariamente a las compañías chinas que diseñan y producen los equipos de litografía que intervienen en la fabricación de semiconductores avanzados. Las cifras lo avalan: más de 100 de las 140 empresas que EEUU ha incluido en su lista negra son fabricantes de máquinas de litografía. Aunque estas compañías producen sus propios equipos necesitan componentes procedentes del extranjero para poder hacerlo, y esta es, precisamente, la dependencia a la que ha sacado partido la Administración liderada por Joe Biden.
NVIDIA ha alzado la voz
El próximo 20 de enero Donald Trump regresará a la Casa Blanca. La Administración actual apenas tiene diez días para concluir su gestión, pero, a pesar de todo, según Reuters planea aprobar más restricciones a la exportación a China de los chips de inteligencia artificial (IA). De ser así es evidente que el Gobierno de Joe Biden quiere anticiparse a la entrada de Donald Trump y consolidar su "legado", lo que con toda probabilidad penalizará aún más el negocio en China de NVIDIA y otras empresas estadounidenses.
"Instamos al presidente Biden a no anticiparse al presidente entrante al promulgar una política que dañará la economía de EEUU"
Hace unas horas Ned Finkle, vicepresidente de NVIDIA, ha publicado un comunicado en el que expresa la preocupación de la compañía a la que representa. Esta declaración da credibilidad a la posibilidad de que el Gobierno de EEUU apruebe nuevas prohibiciones durante la próxima semana, y, además, refleja el descontento de NVIDIA con la estrategia que está esgrimiendo la Administración estadounidense. "Instamos al presidente Biden a no anticiparse al presidente entrante, Trump, al promulgar una política que dañará la economía de EEUU, nos retrasará y beneficiará a los adversarios de EEUU", señala Finkle en su comunicado.
"Esta política de última hora de la Administración Biden sería un legado que será criticado por la industria estadounidense y la comunidad global", ha añadido Finkle. Las sanciones aprobadas hasta ahora por el Gobierno de EEUU impiden a NVIDIA entregar a sus clientes chinos sus chips para IA más avanzados, lo que ha forzado a la compañía dirigida por Jensen Huang a poner a punto revisiones simplificadas de estos circuitos integrados que satisfacen los requisitos impuestos por el Departamento de Comercio estadounidense. Esto es precisamente lo que está en juego. Y es que es probable que las nuevas prohibiciones impidan a NVIDIA vender estos semiconductores recortados en China. En solo unos días veremos qué sucede finalmente.
Imagen | NVIDIA
Más información | Reuters
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