La llegada del coche eléctrico es una realidad. Pese a un año marcado por la pandemia, las ventas de estos automóviles siguen creciendo exponencialmente, desbancando al automóvil tradicional. Indudablemente, los gustos y preferencias de los consumidores están cambiando. El motor de estos cambios de comportamiento se basa en tres elementos clave: la innovación tecnológica que representa, la conciencia medioambiental y los cambios en las políticas que afectan al sector automovilístico.
Cuando oímos coche eléctrico a todos se nos viene a la cabeza Elon Musk, pero lo cierto es que China lidera las ventas de estos automóviles y uno de sus modelos ha destronado al buque insignia de Tesla. Lo que no esperábamos es que fuera a tener el aspecto de una furgoneta mini. Ni muy bonita ni muy fea, pero algo cuqui sí es.
Las ventas. Se trata del modelo Hong Guang Mini EV. En los dos primeros meses del año ya ha superado al Model 3 de Tesla como el vehículo eléctrico más vendido en el mundo, lo que no es poca cosa para un diseño tan reciente. Más de 36.000 de estos coches diminutos se han vendido en enero, en comparación con unos 21.500 Model 3, y el Hong Guang vendió poco más de 20.000 unidades el mes pasado, en comparación con poco menos de 13.700 Tesla 3. ¿Quién es el fabricante detrás de este fenómeno? Una asociación conjunta entre SAIC Motor de propiedad estatal de China, Wuling Motors y el fabricante de automóviles estadounidense General Motors.
Calidad-precio. Parte del atractivo de este automóvil es su precio, digamos que es asequible (y mucho) para el común de los mortales. El Hong Guang Mini cuesta sólo 3.800 euros, aunque existen modelos mejorados con aire acondicionado y otros extras que se encuentran por 4.500 euros. Se pueden encontrar incluso en Alibaba. Uno de los eslóganes para comercializarlos en el país asiático es que son “la herramienta de transporte de la gente”. Para que os hagáis una idea: el Tesla Model 3 cuesta alrededor de 48.000 euros en España y 35.000 euros en China.
Algunos expertos en automóviles, señalaba la BBC, ya dicen que, si bien está claramente por detrás de Tesla en lo que respecta a su batería, alcance y rendimiento, su conveniencia y bajo precio lo han convertido en uno de los vehículos de "nueva energía". Y no es de extrañar que su popularidad siga creciendo. En unos años podría convertirse en el coche más común del mundo.
¿Pero cómo es? Su aspecto se asemeja a una furgoneta minúscula y estrecha. Eso sí, tiene una altura considerable. Puede recorrer 170 kilómetros por carga y alcanza una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, aunque dudamos que alguien quiera ser cazado corriendo a esa velocidad dentro de algo tan pequeño. Sus especificaciones incluyen una dimensión de poco menos de 115 pulgadas de largo, 59 pulgadas de ancho y aproximadamente 64 pulgadas de alto. Su peso total es de aproximadamente 660 kilos. En otras palabras, es alto pero delgado. Aún así, el fabricante afirma que tiene capacidad para cuatro personas y que los asientos traseros se pliegan si se necesita espacio de almacenamiento.
El auge del coche eléctrico. Las ventas mundiales de coches eléctricos se han acelerado rápidamente en 2020, aumentando en un 43% a más de tres millones, a pesar de que las ventas generales de automóviles se desplomaron en una quinta parte durante la pandemia de coronavirus. Tesla fue la marca que vendió más, casi 500,000, seguida por Volkswagen. Las ventas de estos vehículos se han duplicado con creces en Europa durante 2020.
El impulso de China. Pero gran parte del crecimiento global se lo debemos a China. El gobierno quiere que los vehículos eléctricos representen el 20% de todas las ventas de automóviles para 2025. El año pasado, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 11% a 1,17 millones, mientras que las ventas generales de automóviles de pasajeros bajaron un 6,8% a 19,3 millones, según las estadísticas de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China. De hecho, para promover los vehículos eléctricos, el gobierno chino ofrece matrículas gratuitas. En muchas ciudades, este proceso puede llevar meses, si no años, para obtener una placa para un coche de gasolina a través de varios sistemas de subastas.
Europa se resiste. Y es posible que Wuling comience su cruzada en el mercado europeo. Se habla de una posible relación con un fabricante de automóviles letón que podría vender una versión del Hong Guang Mini EV en Europa. Sin embargo, es probable que el precio sea el doble de caro debido a los requisitos medioambientales europeos. Nuestros compañeros de MotorPasion hablaban del reto que supone la fabricación de baterías de litio y cómo la UE planea aplicar un estándar global que minimice el impacto medioambiental que supone la fabricación de baterías y el fin de su vida útil, poniendo el foco en las materias primas y en el proceso de fabricación. Este sería también un obstáculo para el país asiático a la hora de tratar de exportar estos coches a Europa.
Incluso una polémica de espionaje. La guerra por el coche eléctrico ha trascendido más allá de los índices de ventas. El Wall Street Journal informaba hace unos días de que las personas que trabajan para el ejército de China, agencias gubernamentales y "empresas estatales en industrias sensibles" tenían prohibido conducir Teslas. ¿Por qué? A China le preocupa que las cámaras exteriores de Tesla, que graban constantemente imágenes, puedan usarse para recopilar imágenes que se envíen de regreso a Estados Unidos. Hace unos días Elon Musk defendía que si los vehículos de Tesla se usaran para espiar en China, la compañía se cerraría. "Existe un incentivo muy fuerte para que seamos muy confidenciales con cualquier información", decía Musk. "Si Tesla usó coches para espiar en China o en cualquier lugar, nos cerrarán".
Por otro lado, hay que comentar que Tesla ya está tirando sus precios a lo bestia en China para conseguir "romperles su mercado", el único donde no están pudiendo penetrar porque la cultura de los vehículos eléctricos camina en la dirección contraria a la europea o americana: lo barato y pequeño mejor, no lo lujoso.